"Nadie quiso saber lo que me pasaba"
"No soy la única que recibe mensajes"
"El alcalde me dijo si denuncias, no vas a salir bien parada. Aquí nos conocemos todos"
"Le dije al alcalde, si me echas, voy directamente al juzgado"
"La teoría de la conspiración política es ridícula"
"Lo que más duele es el silencio de los que saben la verdad"
"El equipo de gobierno se unió como una piña, como un clan"
"No he recibido ningún apoyo porque hay un miedo en la izquierda"
"Te dicen denuncia, pero a mí me han castigado por hacerlo"
"Aunque sé que me van a acribillar, sí cogería el acta, porque me comprometí"
"Nunca fue mi intención destruir el equipo de gobierno"
"Juan Jiménez sí era conocedor, y por lo tanto no ha hecho lo correcto"
Este lunes a mediodía se conocía la sentencia que ha condenado a cuatro meses de cárcel al que todavía es concejal en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, José Juan Herrera Martel, por un delito de acoso sexual continuado, a una pena de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo por ese mismo periodo, y a pagar 3.000 euros a la víctima. Yaiza Sotorrío, quien también denunciara al alcalde Juan Jiménez como cooperador –fue absuelto-, habla tras la sentencia. Sotorrío, una persona ligada a distintos movimientos y asociaciones de la isla, se presentó a las elecciones como tercera en la Agrupación de Electores de Puerto del Rosario, una lista que encabezó Manuel Travieso, y con Herrera Martel en segundo lugar. Al no obtener acta, Yaiza Sotorrío fue nombrada asesora en la institución –la figura es la de personal eventual, lo que se conoce como cargo de confianza- por el cupo de esa plataforma, y todos los hechos enjuiciados ocurrieron desde las elecciones de 2019, hasta su cese por el alcalde en julio de 2020. Este es el relato de la víctima, plasmado en su entrevista concedida Cope Fuerteventura.
Hay una sentencia en primera instancia que constata el acoso sexual ¿Cómo lo ha afrontado, y qué sentimiento le ha producido?
Ha sido una semana muy intensa, la verdad, muy estresante. Y dos años muy largos. Tengo un sentimiento más de tristeza, porque aunque te digan, ganaste... No, no es ganar. No siento que haya ganado algo. Yo solo he pedido respeto. Por eso digo que me siento triste, porque da pena cómo ha funcionado todo, cómo está el sistema mal. A mí me siguen humillando.
¿Hubo un momento que se decidió a realizar esa denuncia. Esa querella, que coste personal ha supuesto?
Claro que hay un coste. Poner una querella no es fácil. Tienes que hablar con tu familia, tienes que decirles dónde me voy a meter. Eso hay que gestionarlo y no es fácil.
Después de las elecciones de 2019 empiezan los mensajes (en los que Herrera Martel invitaba a Sotorrío a mantener relaciones sexuales, incluso dentro del ayuntamiento) y en el mes de julio de 2020 a usted se le cesa ¿Qué ocurrió en ese periodo?
Los mensajes empezaron en junio y fueron cuatro noches, o cinco. No recuerdo exactamente. Y yo sé que la última noche dije, yo no voy a estar así cuatro años. Al día siguiente me presenté en el ayuntamiento a trabajar. Y fui al despacho de Mayra (Mayra Marichal, entonces concejala en el gobierno). Sabiendo que era mujer, y psicóloga, me era más cómodo que hablar con el alcalde. Le expliqué lo que me estaba pasando, y ella me dijo, Yaiza, esto es grave. Yo no quería un conflicto. Y sé lo que puede pasar si te quejas. Sé lo que es llamar la atención a un tema de estos dentro del trabajo. Recuerdo lo que me dijo, y es "deja de hacerte la víctima". Mayra se lo comunicó al alcalde, y hasta ahí llegó su función, se lo comunicó al superior. Cuando eso no había protocolo, por lo tanto no se podía activar. No existía un protocolo, y entiendo que quien tiene las competencias o la responsabilidad es el alcalde. Yo no sé lo que pasó en ese despacho, pero a partir de ese día yo no recibo más mensajes. Eso fue en septiembre. Y bueno, seguí en mi trabajo, y es verdad que vas incómoda. Porque hay cosas que vas viendo, y es desagradable, pero, hasta ahí lo llevé muy bien. Hasta febrero.
En ese momento tuvieron lugar movimientos políticos, cuenta Sotorrío. Mayra Marichal es cesada y se va de la institución, y luego Manuel Travieso renunció a sus áreas de gobierno.
Recuerdo que le dije, ¿en serio Manolín?, ¿me vas a dejar sola aquí con todo esto? Y me dijo, no te preocupes, no te va a pasar nada, Yaiza. Luego vino la pandemia, nos confinaron, y yo me puse con síntomas de covid, y me dicen que no salga de mi casa. Yo notifico al concejal (Herrera Martel) y él me responde diciéndome, no vengas hasta nuevo aviso. Pero claro, pasa un mes y pico, y soy yo quien lo llama. Y no recibo respuesta nunca, de ni del ayuntamiento, ni de nadie (…). Al final me pone que me presente en el puesto una semana después. Porque era mi jefe. Claro, yo toda la relación de trabajo era con él.
José Juan Herrera, ¿era su compañero o era su jefe? Después de trabajar juntos en campaña, ¿cómo era la relación entre ustedes dos?
Compañeros. Pero es que esa pregunta me es curiosa. Porque sale en la sentencia que éramos compañeros. Claro que somos compañeros. Y también soy compañera del alcalde. Pero no estoy en igualdad de condiciones.
Evidentemente, como después vimos, su trabajo dependía del nombramiento del alcalde. La invitan a volver, ¿y qué pasó después?
Había quien preguntó por qué no estaba viniendo. Entonces, claro, cuando yo llego y me dicen eso, respondo que fue porque me dijo (Herrera) que no viniera hasta nueva orden.
¿Cuáles eran sus funciones en el ayuntamiento?
Un poco de apoyo a todas las tareas de las concejalías de José Juan Herrera. Bueno, a las tareas de todos ellos. Yo por lo menos, yo lo viví así. Cuando coges el cargo de confianza, lo eres de la institución. Así fue como yo lo viví, pero eso no está escrito en ningún lado a nivel interno. Si hay cinco partidos, pues ponemos un cargo de confianza por cada partido. Trabajas para la institución, y yo colaboraba con casi todos los partidos. Cultura, Festejos, Comercio, Participación Ciudadana, la Perrera, Parques y Jardines… Y luego las áreas que tenía Yose (Herrera) junto con Manolín, Fomento y Cementerio. Y yo colaboraba con todo. De hecho, todos me pedían colaboración, y yo encantada. La sorpresa mía llega cuando ese día, sé perfectamente el día, fui al despacho (de Herrera Martel) por una queja de un vecino y le dije -como asesora política-, deberías llamarlo. Recuerdo que estaba la mesa limpia, normalmente siempre teníamos toda la mesa llena de papeles. Le digo, vaya, hiciste limpieza. Y entonces dijo sí, aquí se puede hacer de todo…
¿Y ahí volvió a empezar?
Sí, yo pensé, ya empezamos. Ya tenía el poder sobre mí, porque Manolín ya no estaba. Yo ya no tenía el respaldo de otra persona por encima de él. Ahí fue el fin, hasta el día que me dijo en el despacho, ¿tú y yo qué? Esa parte yo la he vivido, y no puedo demostrarlo. Y entiendo que haya dudas. Pero, ¿por qué se duda de mí, y de él no? Porque fueron a los medios de comunicación, a desacreditarme de todas maneras. Que si es un tema político, que si yo he provocado para hacer una moción de censura. Una de historias… ¿Y dónde están las pruebas?
Entonces, cuando vuelven otra vez las insinuaciones, ¿qué hace usted? ¿En qué momento lo comunica a quién corresponde, a Recursos Humanos, a la Concejalía de Igualdad, a la Alcaldía, a los técnicos. ¿Se lo comunicó usted a alguien?
No.
¿Y por qué?
Porque había distanciamiento en el equipo de gobierno. Es verdad que yo me llevaba muy bien con Lili (Lilian Concepción, concejala de Igualdad) Íbamos a desayunar juntas, almorzábamos juntas… Pero hubo un distanciamiento después de enero. Vas viendo cosas, ya no quieren un café, te evitan… Pues si no quiere tomar un café conmigo, yo no me siento cómoda para hablar. Pero nunca fue mi intención ni destruir el equipo de gobierno, ni crear una moción, ni crear problemas. Lo mío era ir a trabajar. Dicen que lo que quiero es coger un acta, y no es verdad.
¿En qué momento se produce el cese?
Me dijo el secretario del alcalde que quería vernos el alcalde a Yose y a mí. Me encontré a Yose, y me dijo que no sabía nada. Voy a reunirme con el alcalde. Y en esa reunión me dice, Yaiza, es desagradable lo que te voy a decir. Te tengo que cesar. Y le dije, ya, porque no follo. Me dijo, a ver, Yaiza, él dejó de mandarte mensajes, ¿verdad? Y digo, sí, claro, cuando tú se lo informaste. No solo soy la que no folla, sino que encima soy la chivata. Me dijo, Yaiza, esto es política. Y yo dije no, Juan, será tu política. Lo que yo vine a hacer aquí no tiene nada que ver con toda esta mierda. Si me echas por lo que me echas, yo no voy a dudar en ir directamente al juzgado. Vamos, no me va a temblar el pulso. Me dijo que la gente pensaba que yo era de Manolín. El argumento que me da el alcalde, ¿es un chisme? Deme un argumento de peso, que no soy resolutiva, que no me involucro, que no colaboro… Me dijo no, no, al contrario. Pero Yose no te quiere.
Sotorrío relata que en los días posteriores recibió amenazas, sugiriendo que podría estar haciendo algo irregular en torno a contratos menores.
Entonces, mi situación ya es mucho más incómoda que antes, porque ahora sí estoy en peligro. O sea, ya hay una amenaza directa. El lunes me llamó otra vez al despacho, y cuando llego me dice, Yaiza, como habíamos hablado la semana pasada, te tengo que cesar. Y yo le dije, como habíamos hablado la semana pasada, te tengo que demandar. El alcalde me dijo, si esto lo llevas a los tribunales, que sepas que esto es pequeño, que aquí nos conocemos todos y no vas a salir bien parada. Le dije, Juan, ¿me estás amenazando? Y dice no, es un consejo de amigos. Yo le dije pues si son gratis, te voy a dar un consejo también, en las guerras, todas las partes pierden. Y ese fue el detonante de que yo ponga una querella.
A usted se le ha desprestigiado de manera pública. ¿Qué es lo que más le ha dolido?
Lo que me ha dolido más es el silencio. El silencio duele mucho. Porque la gente puede opinar y puede hablar. Pero hay silencio de la parte que sabe la verdad. Un equipo de gobierno como este, que se ha unido en piña, como un clan… De la noche a mañana, ya no hay confianza, se me despide por una falta de confianza. Que me digan en qué, en qué fallaba yo. Peña Armas (concejala de Recursos Humanos) en su declaración dijo que no se fiaban de mí, que no cumplía órdenes, que yo no iba a trabajar. Y es mentira.
Cuando se conoce la sentencia este lunes, el alcalde da explicaciones en solidario. No rectifica ninguna declaración, le da a usted la enhorabuena, y en la intencionalidad política. ¿Cómo qué tal han sentado esas declaraciones? Porque también es cierto que Juan Jiménez fue absuelto en su querella contra él.
Lo que dice la sentencia es que no hay una prueba contundente de que mi despido sea por no mantener relaciones sexuales. Pero en la sentencia de la Audiencia Provincial sí dice que era conocedor, y por lo tanto no ha hecho lo correcto. Yo he recurrido eso en el Constitucional. Yo no he mentido. Es tan sencillo como pedir disculpas. El ser humano se equivoca, nos equivocamos todos. Lo que no puedes es alimentar esa mentira, y mantener una mentira, porque es que va peor. Puedes pensar, no conocía la gravedad, pero, ¿por qué no los vio nunca?
¿Hubo alguien en el ayuntamiento que a usted le dijera, demuéstrame que esto es cierto, enséñame los mensajes?
No. Nadie quiso saber.
¿Técnicos municipales, que también tienen responsabilidades?
Nadie quiso saber.
El Instituto Canario de Igualdad y la diputada María del Río, la llamaron según usted ha explicado. ¿Cuándo ocurrió?
Pues si te digo la verdad, no me acuerdo cómo llegué a ese contacto. No, porque fueron dos semanas desde que puse la querella. Pero no recuerdo cómo llegué yo a tener ese contacto. Me tuvieron que llamar ellos, porque yo no llamé a nadie. Y sí, se pusieron en contacto conmigo, me dieron su apoyo, e hicieron un comunicado solicitando al alcalde que le cesara, que le quitara las áreas, porque no me parece normal que una persona con estas actitudes siga trabajando con otras mujeres. Porque eso pasa en cualquier otro ámbito de cualquier otro trabajo, que no sea político, y esto no pasa así. Se preocuparon por mí, pero no recuerdo si me ofrecieron ayuda psicológica. Yo ya estaba siendo atendida por el servicio del Cabildo.
Juan Jiménez señalaba a Manuel Travieso como instigador de una conspiración. ¿Se le ha ofrecido a usted algún beneficio político, o participar en una moción de censura?
Las decisiones mías las tomo yo. Nadie más. Si Manolín hace esto o lo otro… Yo no dependo de los demás, dependo de lo mío. Ahora que se diga que yo fui utilizada… Me han llamado trepa, manipuladora, vividora, ¿y ahora también soy idiota? Yo no soy manipulable. Sí que puede haber un aprovechamiento por otro lado, quiero decir, lo veo diariamente. Hay una carencia social y enseguida salen. Pero la teoría es ridícula.
Y después de la sentencia, se han pronunciado PP, CC y el miércoles Podemos. ¿Cómo lo valora?
En el Ayuntamiento, Podemos tiene la Concejalía de Igualdad, Ciudadanos, Recursos Humanos, y tampoco se han pronunciado las asociaciones de mujeres. ¿Por qué?
No he recibido ningún apoyo, no. Había un miedo, un miedo colectivo.
¿Por qué?
Pues porque has tocado a la izquierda. Y yo soy de izquierdas. Lo digo abiertamente. Tengo ideologías sociales. Yo entiendo que fue por eso. Para que veas hasta qué punto era el miedo. Una mujer que se supone feminista me invitó a una manifestación en la puerta del Ayuntamiento. Y yo le dije, no voy a entrar en un en un juicio paralelo, que es lo que he mantenido durante dos años. Yo llevo dos años calladita. Respetando a la justicia y a los acusados. Porque yo entiendo que tienen el derecho a defenderse. Y los respeté. Solo hice una entrevista, cuando salieron ellos a decir que yo había hecho un movimiento político. Salí solo para eso, para decir que no es verdad. Los colectivos no tienen excusa. Y ahí se ve el miedo. Me preguntaron, ¿si echan a este alcalde, van a entrar el PP? A mí de igual qué partido sea, si lo haces mal, lo haces mal
A usted no le gusta que se le llame víctima…
Es verdad, porque al final pones la etiqueta de pobrecita, de que está deprimida, encerrada en tu casa. No. Hay personas que nos enfrentamos, que tenemos carácter. Lo dijeron en el juicio Juan (Jiménez), Peña (Armas), que si estaba bien, que si estaba contenta. Yo no tengo un trauma, yo viví una situación que es desagradable, y que no tengo por qué vivir. Tengo que seguir con mi vida, pero parece que no tengo derecho a salir sonriendo a la calle.
¿Qué tiene que cambiar para que otras no pasen lo que usted pasó?
Evitar el miedo, porque el miedo domina todo. Y el miedo se ha alimentado, esa es la realidad. En toda esta historia, yo siento tristeza. Lo más triste es que el mensaje que enviamos durante dos años es sí, nosotros hacemos un montón de campañas a nivel público, se invierte mucho dinero, para esa campaña que es necesaria. Y te dicen denuncia, pero a mí me han castigado por hacerlo. Y yo lo único que he hecho es defenderme. ¿Qué hago, me defiendo con un palo? Entonces el mensaje es ese, si denuncias, mira lo que pasa. Voy a contar algo personal. Mi hija la pequeña me preguntaba qué pasaría si pierdo el juicio, y yo le dije, lo que no podrán decir nunca es que tu madre miente, o que no luchó. Yo ya gané, porque en el momento que tú denuncias, ya te respetan. Y seguramente a mí ya no volverán a tocarme. Nadie. Lo siento por todas las demás.
¿Ha tenido conocimiento de otras mujeres en la misma situación que usted?
Sí.
¿Dentro de esa administración?
Sí.
¿Por parte de la misa persona?
No me corresponde a mí. Y yo las respeto. Lo único que puedo decir es que yo estoy para quien quiera esa ayuda. Y ese trabajo, precisamente, es el que hacen las asociaciones, los grupos feministas. Yo no digo que las asociaciones no sean necesarias. Por supuesto, que son necesarias. Pero yo fui sola a declarar. No quise exponer a mi familia, porque no tienen por qué pasar por eso. A mí nadie me acompañó. Entonces, si hay un una asociación o una colectivo de mujeres, son para estar ahí.
Al menos, la justicia ha dicho que no se puede enviar mensajes de contenido sexual, con el agravante de hacerlo un superior.
Pues más que eso, lo que digo es que no nos falten al respeto. Respetar en todos los sentidos. Al final el mensaje es ese, respeto.
Por último, esa Agrupación de Electores con usted se presentó a las elecciones, está técnicamente disuelta, porque Manuel Travieso está en Asambleas Municipales de Fuerteventura, y José Juan Herrera tiene su propio partido. O sea, ahora mismo sería usted la única...
No lo sé. Lo que tengo entendido es que la agrupación solo tiene poder efectivo cuando te presentas No es no es un partido político de por sí.
De acuerdo, pero si hubiera inhabilitación, ¿accedería usted a su acta esos cuatro meses?
Creo que es mi obligación, porque así me comprometí en su día. Y aunque sé que me van a acribillar, sí cogería el acta, claro que la cogería. Porque me comprometí, para bien y para mal. También sé que esto trae represalias. Pero más de lo que me han dicho, no me pueden decir. Tendrán libertad de decir lo que quieran de mí. Porque yo no miento.
¿Y en la siguiente legislatura? ¿Le quedarían ganas de ir con otro proyecto político?
Seguiré haciendo mis cosas en la calle, que me encanta. Y en las listas, no lo sé. No es que tenga propuestas, o sí, o no, pero es que yo ahora mismo llevo dos años batallando, y una semana con un montón de emociones cruzadas, muy tensa. No me he planteado que va a pasar dentro de un año.