El imparable y continuo ascenso de los precios del petróleo y en consecuencia, de los combustibles, conlleva repercusiones directas para el sector del transporte en Fuerteventura. En la ronda de valoraciones con representantes del sector, realizada este viernes en Cope Fuerteventura, afloraron conclusiones desde el ámbito logístico y de transportistas, que se ven obligados a trabajar en muchos casos por debajo de los costes. También desde el sector del taxi, que demanda más ayuda desde las administraciones locales, además de las estatales, o las estaciones de servicio, que ven reducidos al mínimo sus márgenes de beneficio.
Los profesionales más afectados son aquellos que tienen un mayor consumo de combustible, como ocurre con los transportistas por carretera. Desde la Cooperativa de Transportistas de Fuerteventura, que aglutina a un centenar de asociados, la mayor parte de ellos pequeñas empresas y propietarios de camiones, explican que "en los últimos tres meses nos ha subido el gasoil 60 céntimos", y sin embargo "nosotros tenemos los mismos precios de servicio que en el año 2006. No los hemos podido subir, después de una crisis tras otra", sostiene el presidente del colectivo, Juan Manuel Martín.
El Gobierno de España, desde el Ministerio de Transportes, anunciaba este viernes el acuerdo con el Comité Nacional de Transporte por Carretera, con una inyección de 1.000 millones de euros y un paquete de medidas que incluyen una ayuda directa de 20 céntimos por litro de combustible para el sector del transporte de mercancías y de viajeros, de los que el Estado aportará 15 céntimos y las petroleras un mínimo de 5 céntimos por litro. Dentro del acuerdo, 450 millones de euros corresponden a ayudas directas en función del tipo de vehículo: 1.250 euros por camión, 900 por autobús, 500 por furgoneta y 300 por vehículo de taxis, VTC y ambulancias.
Como consecuencia del anuncio, los transportistas de Canarias han aplazado las huelgas previstas para la próxima semana, informó la Cooperativa de Fuerteventura, que ha secundado la decisión de no manifestarse, aunque Martín no está de acuerdo a nivel particular, porque "no me sirve de nada que me bajen 20 céntimos por litro. Solo pedimos el combustible a un precio razonable", porque "al final, el 75% son impuestos del Estado. No lo pedimos gratis, pero sí que se reduzcan los impuestos".
Dailos Rodríguez, gerente de Logística Integral Pedrín, empresa majorera con una flota de unos 45 vehículos de transporte y naves propias entre Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canaria, ofrece la visión de una empresa de mayor entidad, cuando dice que "a nosotros nos ha tocado igual que al resto del sector, apechugar y comernos todo la subida del combustible, sin recibir nada a cambio. Porque los clientes que tenemos, unos más grandes y otros más pequeños, pero sobre todo los más grandes, no aceptarían una subida de precios". Por ello, reconoce que "estamos preocupados, y hay que ver cómo nos van a beneficiar las medidas que se toman desde el gobierno central".
Con respecto a las posibles huelgas, adelantó Dailos Rodríguez, "nosotros no la vamos a secundar, porque nuestros clientes no nos lo permiten", pero agrega, en relación a los pequeños transportistas, "tampoco vamos a dejar de apoyarles. Si algún manifestante o piquete no nos deja hacer la entrega, pues seguiremos nuestro camino. No nos vamos a enfrentar con nadie".
En Pájara, el concejal del área de Transportes, José Manuel Díaz, quien además es taxista de profesión, y ligado toda su vida al asociacionismo en el sector, ofreció una visión de conjunto al valorar como esta situación se ha dado "cuando salíamos de una grave crisis económica, que ha afectado a todos los sectores en general, porque vivimos casi el 100% del turismo, y este sector estuvo paralizado en su momento casi el 100% por el tema covid". Además de la energía en los hogares, "con el aumento de la electricidad, es un problema para todos".
Pepe Díaz lamentó que "cuando parecía que nos empezábamos a recuperar, nos encontramos con los inconvenientes del precio del combustible, que ha subido un 40%, o los costes de mantenimiento, porque también suben los repuestos". Entiende Díaz que "es una grave crisis del transporte, porque los barcos no llegan con la asiduidad que solían, no hay contenedores disponibles para llevar mercancías, y hay problemas con la fabricación de microchips que afectan a la industria automovilística". En Pájara, según su conocimiento del sector, "tener el coche parado te cuesta dinero, y tenerlo trabajando también. Estás en una disyuntiva".
También desde los proveedores de combustible, el empresario Miguel Gil Rodríguez, cuya familia regenta la Gasolinera Gil en Puerto del Rosario, relata que "mi hermana es la primera que sufre las consecuencias. El aumento es generalizado, obviamente, para las estaciones de servicio también". Para evitar poner al consumidor precios desorbitados, "tienen que reducir ese pequeño margen de céntimos", porque al final, "depende todo del precio que ponen las grandes petroleras".
En el norte de la isla, el presidente de la Asociación de Taxistas de La Oliva, Juan Pedro Rodríguez confirma los mismos problemas que sus compañeros del sur, a los que se suma el peligro de que cierren dos establecimientos que suponen un volumen muy importante de trabajo, los hoteles Tres Islas y Oliva Beach. "El combustible ha subido como 30 céntimos en el plazo de un mes, y esos costes los estamos asumiendo nosotros. En un depósito de gasoil de 70 euros, a nosotros ahora mismo nos supone 20 euros más. ¿Hasta cuándo podremos aguantarnos? ¿Tendremos que manifestarnos? Pues no lo sabemos. Pero tampoco queremos subir las tarifas, porque entonces menos clientes van a querer utilizar nuestros servicios".
Juan Pedro Rodríguez duda de las medidas anunciadas, cuando afirma que "veremos si son suficientes, porque no sabemos hasta dónde va a seguir subiendo el combustible. Y además, sabemos que cuando sube el petróleo, sube el combustible, pero al revés no ocurre. Y al final lo paga siempre el más pequeño". Teme el presidente de los taxistas en Oliva "que pasemos de ganar poco, a no ganar nada", por lo que solicita también el apoyo de las administraciones locales, ayuntamientos, Cabildo y Gobierno de Canarias. Con respecto a eventuales huelgas o movilizaciones, espera "que no tengamos que pedir limosna, que se empiecen a mover ya para que no lleguemos a ese punto", concluye Rodríguez.