Este jueves 13 de octubre, festivo en Tuineje, se conmemora el 282º aniversario de la victoria del pueblo majorero frente los corsarios ingleses que invadieron la isla en 1740. Las Fiestas Juradas de San Miguel Arcángel, declaradas Bien de Interés Cultural desde 1992, tienen también el reconocimiento de fiestas de Interés Turístico Regional, y también desde 2019 de Interés Turístico Nacional.
Las imágenes lo merecen, pues son cientos los vecinos y vecinas de la isla, naturales de Tuineje y también algunos de otros municipios, los que participan en las recreaciones de los actos históricos, ataviados como los corsarios británicos que invadieron la isla, o como los lugareños que los repelieron. La asociación Más Ruines que Caín, con el apoyo del Ayuntamiento de Tuineje, impulsa el programa de actos históricos durante las fiestas patronales.
El pasado lunes, 10 de octubre, se escenificó el primer ataque, la persecución a la balandra de José Antonio, quien la encalló en la playa de Tarajalejo para escapar, y los corsarios la saquearon e incendiaron. Este miércoles, día 12, el famoso desembarco en la playa de Gran Tarajal, ante los ojos de visitantes y residentes que abarrotaron la Avenida Paco Hierro para disfrutar del espectáculo.
Los historiadores Antonio de Bethencourt y Aurina Rodríguez, autores del libro Ataques Ingleses contra Fuerteventura, 1740 (publicado en 1965, y reeditado por el Cabildo en 1992), "recogen con absoluta precisión cómo ese año de 1740, una Fuerteventura aislada, sin fortificaciones, armas ni comunicaciones, se ve inmersa en la que se llamó Guerra de la Oreja entre España e Inglaterra, ante un enemigo bien pertrechado y de amplia experiencia en lo que se denominaba entonces guerra en corso", reza el expediente del BIC de hace tres décadas.
El desembarco inglés en Gran Tarajal tuvo lugar "con las últimas luces", ya anochecido el 12 de octubre. La noticia corrió entre los lugareños, así como la llegada del invasor a Tuineje en la madrugada del día 13, sus fechorías, su retirada, y el encuentro con los defensores majoreros al mando del Gobernador de Armas de Fuerteventura, el Teniente Coronel José Sánchez Umpiérrez.
Del buque capitaneado por Willes, una corbeta bien armada, habían desembarcado 50 hombres que saquearon la zona de Tuineje. En la llamada Batalla del Cuchillete, en la zona de Los Quemados del Cuchillete, los majoreros se enfrentaron a los asaltantes armados con piedras y palos, causando 33 bajas entre los corsarios, y capturando al resto.
24 de noviembre, Batalla de Tamasite
La célebre Batalla de Tamasite, o del Llano Florido, en realidad tuvo lugar al mes siguiente, el 24 de noviembre de 1740. "Ante la presencia de goletas británicas en las aguas insulares y la desaparición de varias embarcaciones locales a manos de los corsarios", los milicianos de la isla se prepararon.
El corsario Davidson desembarcó con otro grupo de 55 ingleses fuertemente armados al amanecer de ese día, en la ensenada de Gran Tarajal que pone rumbo a Tuineje. Pero esta vez, recoge la declaración del BIC, "los hombres de Sánchez Umpiérrez estaban mejor organizados y las compañías de Tuineje, Tiscamanita, Agua de Bueyes, Casillas de Morales y Antigua, se concentraron en el puesto destinado, al que se incorpora el propio gobernador al mando de la compañía de Pájara".
Los ingleses tomaron de nuevo Tuineje y repitieron el saqueo de la Ermita de San Miguel y los hechos irrespetuosos, esta vez con la imagen del Santo a la que arrancaron un brazo y despojaron de su bastón, que se llevaron como trofeo. Los defensores los esperaron al Sur de Tuineje, en la llanura conocida como Llano Florido. Esta vez, la tropas locales, en mayor número, mejor armadas, con mayor presencia de caballería y mejor organizadas, no dieron cuartel y los 55 ingleses quedaron tendidos sobre el campo de batalla con siete muertos y 15 heridos por el lado majorero.
La afrenta de los invasores se plasma en su comportamiento durante los pillajes, "el reiterado despojo vandálico de la ermita de San Miguel en Tuineje, la sacrílega profanación de la Virgen del Buen Viaje, la forma en que arrancan el brazo y bastón de la imagen del Arcángel y el robo de vasos y ornamentos sagrados, es clara muestra del comportamiento colectivo del bando agresor".
"A ello responden los majoreros con una profesión de fe y providencialismo enraizados en lo más hondo de sus convicciones religiosas y la necesidad de defender la isla, la tierra y la Patria, anteponiendo el honor a la vida y entrando en combate bajo la advocación de la Virgen de la Peña y su patrón San Miguel Arcángel".