El Ayuntamiento de La Oliva ha hecho balance de la seguridad en las playas durante el segundo semestre del año 2020, cuando se incorporó un refuerzo de 12 socorristas, a través de un contrato con la empresa Emerlan, a los 13 que conforman la plantilla del propio del Ayuntamiento.
En total 25 socorristas repartidos por la Grandes Playas de Corralejo y Piedra Playa en El Cotillo, atendieron a unos 21 bañistas en apuros y 35 asistencias sanitarias de diversa consideración. En total, se ha atendido a 59 usuarios.
Por zonas, la playa del Burro fue donde más servicios se realizaron con 12 asistencias sanitarias y 8 rescates; seguida de la playa del Moro con 11 asistencias y 9 rescates; Grandes Playas donde se registraron 6 rescates y 3 asistencias sanitarias; mientras que la playa de Barreta registra los índices más bajos con 1 rescate y 6 asistencias sanitarias.
Buena parte de las asistencias sanitarias se refieren a luxaciones, fracturas y traumatismos. “El servicio de socorristas es una primera y rápida actuación en lo que llegan los servicios médicos a las playas, y que suponen una pieza clave ante accidentes considerables”, subraya el concejal de Playas, Julio Santana, quien destaca que los “socorristas han evitado que se produzca el fallecimiento de algunos bañistas por su rápida actuación, además de que han colaborado en el dispositivo de seguridad de accidentes de tráfico en el entorno de las playas o en la retirada del trasmallo que apareció en Montaña Roja hace unos meses”.
La alcaldesa Pilar González pone también en valor este servicio y asegura en la nota enviada a Crónicas que “contribuye a reforzar nuestra calidad como destino turístico seguro, ya que nuestras playas son nuestra mejor carta de presentación ante el turista”.
El Ayuntamiento de La Oliva trabaja en la licitación de un contrato administrativo que permita la incorporación de 23 socorristas más, además de la mejora en equipamiento y vehículos. En este sentido, destaca también la sustitución progresiva de las torretas de vigilancia de los socorristas.
Además, se ha sustituido la señalización de las playas con advertencias sobre las condiciones de su uso por materiales más resistentes y de mayor tamaño para asegurar su visibilidad.