Tras cinco temporadas de excavaciones en la Cueva de Villaverde (La Oliva, Fuerteventura), este yacimiento arqueológico asociado a un poblado aborigen y a un tubo volcánico bajo la superficie -donde en 1979 ya apareció un singular enterramiento- continúa ofreciendo importantes descubrimientos sobre el modo de vida del pueblo maho.
Tras constatar el año pasado que los antiguos pobladores de Fuerteventura practicaban la agricultura, algo que hasta el momento se desconocía, la excavación arrojaba esta semana un nuevo hallazgo, con la aparición de una vasija de cerámica que, por el estrato donde se encontró, podría tener unos 1.000 años de antigüedad.
Rosa López, directora de la empresa Arenisca Arqueología que ejecuta los trabajos, detalló que "ha sido un hallazgo único y que hasta ahora no se había producido, no solo en este yacimiento, sino en cualquiera excavado en un contexto doméstico. Sí que habían aparecido vasijas completas en escondrijos y en cuevas, pero nunca en un proceso de excavación asociado a un poblado. Es un hallazgo excepcional, pues aunque está fragmentada, se trata de una vasija en completo estado de conservación".
En cuanto a su antigüedad, "aunque todavía está por determinar, podría ser incluso de las fases más antiguas, con lo cual podría tener más de 1.000 años. Lo más interesante ahora es ver lo que contiene está cerámica única. Puede contener restos de comida, manteca, como en otros hallazgos, y estamos excavándola minuciosamente, con todas las medidas necesarias, para extraerla y llevarla al Museo Arqueológico Insular", comentó López.
El Ayuntamiento de La Oliva, que junto al Gobierno de Canarias ha financiado la investigación durante los últimos años, fue la entidad que informó del descubrimiento en un comunicado. Derque Castellano fue el arqueólogo del equipo que encontró la vasija, y en su visita al yacimiento, la alcaldesa de La Oliva, Pilar González, manifestó "su enorme alegría por este importante hallazgo, que pone en valor la importancia de los trabajos que se están realizando".
"Estamos ante una oportunidad única de convertir la Cueva de Villaverde en un referente arqueológico e histórico y no la vamos a desaprovechar. Estoy impaciente por poder mostrar a todos los vecinos de La Oliva y a quienes nos visitan este importantísimo yacimiento", dijo González. Jero Lozano, concejal de Cultura, añadió que "esto pone en valor nuestro municipio y servirá para generar nuevos atractivos que van más allá del turismo de sol y playa".
Todas las personas implicadas en el proyecto decidieron bautizar a la vasija como "Olivita", un nombre que abarca a todo el municipio y que servirá de promoción y divulgación de este importantísimo hallazgo. Igualmente, la alcaldesa Pilar González reiteró las intenciones de la institución por convertir la Cueva de Villaverde en un futuro centro de interpretación que permita una visita regulada y ordenada al poblado.