Las obras de la travesía de Villaverde (La Oliva), en la carretera FTV-101, que ejecutará la empresa Crispal durante tres meses, comenzarán de aquí a un mes, tras la firma del contrato por parte de la adjudicataria y del acta de comprobación de replanteo hoy, martes 18 de mayo. El presidente y consejero de Carreteras, Sergio Lloret López, destaca la importancia de esta actuación no solo para mejorar la seguridad y reducir la siniestralidad, sino para concienciar a conductores y ciudadanía sobre la necesidad de crear entornos amables y sostenibles. "Hace unos días entró en vigor la reducción a 20 y 30 km/h de los límites de velocidad en vías urbanas y travesías, aprobada por el Gobierno estatal a finales de 2020, una limitación que también tiene efectos positivos sobre el medioambiente" comenta. En este contexto," toda obra que permita reducir la velocidad para reforzar la seguridad personal y el cuidado de nuestra Isla es siempre bienvenida y una prioridad para el grupo de gobierno’, explica en la nota enviada a Crónicas.
Con una inversión total de 157.151 euros, las actuaciones de esta primera fase de ejecución del proyecto persiguen también mejorar la movilidad y seguridad peatonal. Para ello, se harán pasos de peatones, tanto a nivel como sobreelevados ejecutados in-situ y homogéneamente distribuidos, que contarán con alumbrado público para una correcta iluminación de la zona. Se colocarán reductores de velocidad tipo “lomo de asno” también in-situ. Se construirán aceras y se arreglarán los muros de mampostería de piedra. Asimismo, se construirá la red de pluviales para el drenaje de los pasos de peatón sobreelevados y, por último, se procederá a la señalización vertical y horizontal de la zona. En la segunda fase se dará continuidad peatonal a toda la travesía.
Actualmente, por dicha vía circulan a diario más de 5.000 vehículos, por lo que la intensidad del tráfico es considerable. Para limitar el exceso de velocidad sólo se cuenta con dos pasos de peatón. Uno, situado en la mitad de la travesía, y otro, un paso inferior de uso exclusivo peatonal, ubicado junto al colegio público. Las limitaciones que establecen las señales verticales no son suficientes para moderar velocidades que con frecuencia superan los límites y comprometen la seguridad de vehículos y peatones. En cuanto a las aceras, aún no son continuas y hay tramos que no están adaptados para el tránsito de personas con movilidad reducida. El objetivo final de las obras, que tienen un plazo previsto de duración de tres meses, es solucionar definitivamente estos problemas.
Los trabajos, financiados con cargo al FDCAN, forman parte del paquete de inversiones que el Cabildo continúa implementando por todo el territorio insular. ‘Hacer un itinerario peatonal continuo es la solución más efectiva para proteger a los peatones y reducir la velocidad’, explica Lloret López. "Al darle un carácter urbano a la vía, esto influye en la percepción del conductor, que presta mayor atención a peatones e incorporaciones de otros vehículos, y reduce la velocidad de circulación". De este modo, con esta actuación "estamos resolviendo un problema y mejorando la seguridad de los vecinos y usuarios, que es, a la postre, el objetivo final de la acción de gobierno", concluye.