Tras la protesta de este sábado por la suspensión del Rallye de La Oliva, y la disposición del Cabildo de favorecer la celebración de la actividad, los colectivos ambientales reclaman la preservación de los espacios naturales por los que discurren los tramos de competición
Los defensores de la actividad de los rallies en Fuerteventura y colectivos ambientalistas han confrontado posturas en los micrófonos de Cope Fuerteventura, a raíz de la aprobación definitiva, en el pleno del Cabildo el pasado viernes día 29 de octubre, de la ordenanza de la Red Oficial de Rutas en el Medio Natural.
Esta normativa habilita, en palabras del presidente insular, Sergio Lloret, "la realización de pruebas puntuales de vehículos a motor por aquellas vías y rutas en las que se permite la circulación ordinaria", puntualizando que "en ningún caso se les eximirá de la tramitación de la evaluación ambiental".
Sin embargo, al no entrar en vigor esta ordenanza hasta pasados 15 días de su publicación en boletín oficial, el Rallye de La Oliva, prueba emblemática en Canarias de la modalidad de tierra, previsto inicialmente el 6 de noviembre, tuvo que ser suspendida, lo que dio lugar a la convocatoria de una concentración de protesta esa misma jornada, y en la que participaron cientos de personas, entre equipos, pilotos y aficionados. El presidente del Cabildo y los consejeros de Deportes y Medio Ambiente acudieron al acto, ofreciéndose para buscar soluciones, algo que no contenta ni al sector del motor ni a los ecologistas.
Miguel Ángel Guerra, desde la Escudería Maxosport, defendió la continuidad de esta actividad deportiva, alegando que cuenta con una tradición de 32 años en la isla majorera, alcanzando desde entonces la celebración de "31 campeonatos de rally de tierra, 25 slaloms, dos pruebas de campeonato de España, y el acondicionamiento de cuatro circuitos permanentes. Se han ido formando equipos y competidores a nivel nacional como Javier Sosa, Kevin Guerra, Gustavo Sosa…", que han realizado "inversiones muy cuantiosas" y que, en su opinión, han visto afectadas sus carreras debido a la situación.
Guerra argumentó que los rallies en la isla han contado siempre con el arreglo de las pistas antes y después de la prueba, y su recogida al término de cada una de ellas. "Nunca hemos tenido problemas con los ecologistas hasta ahora, que han entrado como un elefante en una cacharrería".
Anteriormente, señaló, "Medio Ambiente nos indicaba los sitios por lo que no se podía pasar. ¿Qué ocurre?, que de once tramos en el Rallye de La Oliva, hemos pasado a seis, a cinco, y el año pasado solamente nos dejaron dos. Esta temporada, después de haber presentado la documentación, que es bastante prolija, solo nos dejaron un tramo largo de 9 kilómetros, y todos los demás estaban mutilados. Esto ha hecho saltar las alarmas. Los participantes han dicho, ¿para qué hacer un rally de retales, donde no he empezado a sudar y ya me estoy bajando del coche?".
Mirando ayer las estadísticas, agregó, "con respecto a respetar las épocas de nidificación, antes comenzábamos en mayo, luego en junio, y luego en julio… En la zona ZEPA de Lajares, el ratio era 0,9 hubaras por kilómetro cuadrado. Es lógico que a las aves se las respete, pero déjennos también a nosotros…". El presidente de Maxosport animó a "calmar los ánimos y avanzar hacia el acuerdo, porque aquí podemos vivir todos", declaró.
Del lado contrario, el científico conejero Alberto Ucero, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), considera que los espacios protegidos incluidos en la Red Natura conllevan un reconocimiento de la Unión Europea, y que cuentan con "normativas de las más exigentes, por encima incluso que de las autonómicas o las estatales". Son leyes "que se han hecho para proteger los hábitats y especies tanto de flora como de fauna", valorando "su riqueza y diversidad".
Sobre el argumento de que son pruebas de un solo día, y que los rallies se organizan en pistas donde transitan diariamente otros vehículos, Ucero sostiene "que tiene fácil respuesta. Por estas pistas de tierra está permitido circular, a una persona que va hacia su vivienda, un agricultor hacia su parcela, o simplemente disfrutando del paisaje. Pero la ordenanza dice claramente que en caminos de tierra no se puede superar los 30 kilómetros por hora ni emitir ruidos".
Sin embargo, añade, los cabildos permiten estas pruebas "no sé por qué, con una participación de más de 40 coches de competición, que van a más de 100 kilómetros por hora por espacios protegidos, y saltándose las ordenanzas ese día. Además, ya no solo es la competición, sino también los asistentes que van a esa zona, transitan campo a través, estacionan donde no deben, y les da igual por donde pasen las ruedas. No les importa en absoluto el daño que puedan estar haciendo, o son desconocedores de ello", lamenta el científico. Y todo ello sin control, añade, "pues no suele haber ni Seprona ni policía vigilando esas pruebas"
"Por mucho que transiten otros vehículos, que es cierto, no es una competición, ni va tanta gente, no ocasionan las molestias que se genera a la fauna ese día. Hablamos de comportamientos como el abandono de residuos, equipos de música, y hay una fiesta en un espacio natural que no se podría permitir".
Por todo ello, propone celebrar los rallies en espacios periurbanos que ya estén degradados, "en otras zonas que no sean de la Red Natura 2000", e invita a la reflexionar sobre el hecho de que "nos ha tocado vivir en un paraíso, y que si lo aprecias y valoras, vas a ser rico en felicidad, porque estás rodeado de algo que es único y además es totalmente gratis. Un artrópodo, un ave, un mamífero o una planta endémica, es una joya, es como un museo. Y la gente que no lo valora utiliza estos espacios para entretenerse, que no les juzgo, pero quizá este no es el sitio", concluyó Alberto Ucero.
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