sábado. 20.04.2024

Pesadilla en las cenas navideñas

Se acercan las fechas señaladas para reuniones familiares y con ello las conversaciones incómodas de cuñao de vox, (cuñao no tiene que ser el cuñado marido o novio de sus hermanas, se usa para englobar “maestro de todo, alumno de nada”) Se pueden englobar en unos cuantos grupos;

Cuña@ voxforito: Ese es el cuñao de bandera, mensaje del rey, malhumorado con el que no le ríe la gracia o no tolera opiniones contrarias a las suyas, el típico español y mucho español que siempre acaba con una buena como un piano.

Cuñao@ chistoso: El que siempre cuenta los chistes sin gracia y de muy mal gusto, este comparte con el primero los chistes homofóbos, machistas en plan Pajares y Esteso. Y que a la vez dice “no tengo nada en contra de……. PEROOOO”.

Cuñao@ conspiranoíco: Este es el negacionistas, no sabemos cómo ni cuando pero él se conoce todos los misterios y hasta te resuelve el asesinato de Kennedy. Comparte con los dos primeros la paranoia y manía persecutoria de que el gobierno es el mal encarnado.

Cuñao@ suizo: Este como su nombre indica siempre es neutral y sólo interactúa con los tres grupos anteriores para decir “Yo no sé nada” con todo reflexivo en plan Sócrates. Suelen opinar más sobre la comida y lo bien que le quedaría a él eso que has cocinado y que la Smartv, smartphone o coche (no importa el qué) siempre serán o tendrán algo mejor que el tuyo.

Cuña@ sport: Solo habla de fútbol y se pica con el cuñao voxforito y eso sí, siempre del equipo de fútbol contrario. Ferviente seguidor del fútbol que no tolera una crítica hacia su equipo y siempre tendrá un “le regalan los goles”.

Cuña@ WhatsApp: El incansable que nunca cesa en seguir enseñando, enviando y contando memes que ha visto y vídeos con contenido desagradable o cómico en algunos casos… Eso sí, siempre acompañado de su frase favorita “mira el WhatsApp “.

Cuña@ progre: Rara vez interviene en las conversaciones de ninguno de los grupos de arriba y siempre estará en contra de todos los planteamientos de esos cuñados, salvo con el que se mantiene neutral, para así evitar la frustración de escuchar conversaciones absurdas y que probablemente acaben en discusión por ideología, creencias religiosas o nacionalidad.

Cuña@ hipocondría: Ese no falla en cualquier cena familiar, siempre tiene alguna prueba médica, alguna inquietud sobre su salud y le gusta comparar con los síntomas de los demás, pero comparte con el cuña@ suizo en qué sea lo que sea que tengas o sientas, él o ella siempre lo van a sentir o tener peor.

Habrá muchos más grupos que ahora mismo se me pasarán por alto, pero es importante pasar las cenas de Navidad lo más unidos posible o pasarlas solo/a, lo importante es sentirse a gusto con uno mismo y no querer impresionar o tratar de encajar.

Así que si eres el progre de la familia te aconsejo que evites estas temáticas de conversación:

• La política y temas relacionados como las subvenciones, inmigración, políticas territoriales.

• La economía también es una fuente de tensión y acaloradas discusiones. Hablar de la justicia e igualdad de los salarios, el creciente coste de la vida, las facturas de la luz, del agua e incluso de los impuestos supone en muchas ocasiones poner contra las cuerdas las distintas situaciones socioeconómicas de los familiares.

• El fútbol tampoco está exento de polémica, tensión y estrés. Al menos, tal y como se vive en los campos o a través de la televisión. La rivalidad entre los equipos más importantes del país está presente no sólo como primera opción sino también como simpatizantes.

• El trabajo es otra de las preocupaciones y se discute mucho sobre ello. No sólo las condiciones individuales, también las equiparaciones en condiciones laborales, la dificultad de acceso al puesto de trabajo y la reforma laboral se convierten en temas controvertidos y que generan tensión y estrés entre los participantes. Sobre los derechos y obligaciones del trabajador siempre existen controversias, especialmente si en la familia hay empresarios y trabajadores.

• El feminismo y la igualdad entre hombres y mujeres, es un tema que desgraciadamente aún está al rojo vivo dentro del núcleo familiar. Mi consejo para ti si eres ese familiar que no sabes de qué hablar ni te parece bien las posturas autoritarias de los cuña@s es que respondas a todo que sí y disfrutes de mandarlos mentalmente a tomar una fanta.

Pesadilla en las cenas navideñas