En una de las peores crisis económicas y para el turismo que ha vivido la isla de Fuerteventura, parece que el turismo empieza a volver de forma tímida. A nadie se le escapa que de la vuelta de estos visitantes depende la economía de esta isla.
Para afrontar este reto, es necesario que la isla majorera siga siendo un destino seguro contra el enemigo común el COVID 19. Sin embargo, tanto el gobierno autonómico, como el insular parecen no entender el abandono sanitario que lleva sufriendo esta tierra desde hace muchos años y ahora, con esta crisis sanitaria, ha dejado ver la insuficiencia de la misma en caso de un nuevo rebrote de la pandemia. Hemos tenido meses para dotar a la isla de los medios sanitarios suficientes para poder luchar contra un posible reflorecimiento de la enfermedad, sin embargo, el gobierno autonómico, al parecer muy ocupado con las entradas y venidas de consejeros, no ha sido capaz de preocuparse por este aspecto. El diputado autonómico del Partido Popular por Fuerteventura, Fernando Enseñat, realizó varias preguntas, el pasado 1 de junio, a cerca de la preparación sanitaria de la isla para luchar contra el COVID, sin que hasta el momento haya obtenido respuesta del Gobierno de Canarias.
¿Habrá camas suficientes de UCI?, y respiradores o médicos, enfermeras o camas?, es algo que se desconoce de forma oficial, no interesa, porque es más que probable que la respuesta sea aterradora, y no interesa a la Consejería.
Pero el Gobierno Insular tampoco pelea por esta situación, si por malas del destino hubiese un pico de la enfermedad, la isla ha de estar preparada afrontar esta situación de manera eficaz, o nuestra imagen turística internacional quedará gravemente dañada. El Cabildo parece más empeñado en hacer como si no pasara nada, ante la grave crisis migratoria a la que estamos asistiendo, quitando importancia al número de contagiados que está llegando, y sin disponer de un sitio adecuado para su estancia; que en poner soluciones y exigir, urgente y contundentemente, un compromiso por parte del gobierno autonómico y al central.
Con este panorama, bastante desalentador, flaco favor nos están haciendo las autoridades de Fuerteventura, de Canarias y de España a los majoreros y al turismo, ya que su desidia, deja a la isla completamente abandonada a su suerte a nivel sanitario. A ver si la fortuna está de nuestro lado, porque parece que los gobernantes no lo están.