jueves. 21.11.2024

Contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana

La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana supone una merma importante del principio de autoridad de los policías, lo que generará una gran inseguridad en estos a la hora de actuar. Es una 'bofetada' y una auténtica infamia para estos servidores públicos que día tras día velan por nuestra seguridad y nuestros derechos y arriesgan su vida y la entregan. No olvidemos el gran número de policías y de guardias civiles que cayeron hace años abatidos por la barbarie terrorista.Nuestro mayor recuerdo, reconocimiento y homenaje.

¿Qué sentido tiene esta reforma en una España en la que la delincuencia aumenta de manera vertiginosa con robos, con violaciones,apuñalamientos,narcotráfico, con maltrato a las mujeres,además de una alta tasa de inmigración ilegal?

Por otra parte, también consideramos que la reforma vulnera el derecho a la intimidad, poniendo en riesgo la integridad física de los policías y de sus propias familias. No menos importante es la anulación de la presunción de veracidad, lo que puede suponer dejar impunes multitudes de delitos e infracciones, al tener la misma validez el testimonio de un policía que el de un maltratador, por ejemplo.

Asimismo, estamos en contra de la modificación en materia de identificaciones, que obliga a devolver a un sospechoso al mismo lugar en el que fue interceptado, una vez que se le ha identificado en comisaría. Esta cuestión va a provocar situaciones paradójicas que generarán inseguridad tanto para los propios policías, como para las víctimas de presuntos delitos. Esto es una auténtica burla.

En CSIF, en su defensa permanente de los trabajadores y trabajadoras, no podemos admitir que se ponga en riesgo la seguridad de los policías con reformas que menoscaban gravemente el principio de autoridad y cuestionan el principio de veracidad, dejando a los mismos en una situación de indefensión ante cualquier intervención.

En CSIF abogamos por el respeto, la dignidad y la seguridad de los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como defensores de nuestros derechos y garantías constitucionales, así como la pacífica y normal convivencia de los ciudadanos.

Un Estado de derecho y una sociedad democrática no pueden funcionar bien con policías y guardias civiles desautorizados.

Esta reforma, redactada con una buena dosis de perversidad, genera inseguridad jurídica e indefensión en los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado,así como en los ciudadanos de bien. ¿Qué sensación pueden sentir estos  con una Policía 'maniatada'? Esto es un mazazo a la democracia y al Estado de derecho.

Si en España nos encontramos con un Ejército mermado en efectivos y en recursos, ahora se pretende desautorizar más todavía a las fuerzas policiales con una ley perversa. Mal asunto. Se estarán frotando las manos los malhechores y los que quieren atentar contra los derechos y libertades de los españoles.

Si la Policía española es de las mejores del mundo, hay que cuidarla, dotarla de recursos humanos y materiales, respaldarla y no humillarla como se pretende.

¿Qué se esconde detrás de todo esto?

Contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana