sábado. 20.04.2024

Abrir los ojos a una realidad

Hace poco hemos asistido a uno de los muchos sueños del nacionalismo, pero, el sueño nacionalista se desvanecerá con la globalización. El sentimiento nacional desaparece, cuando te das cuenta que estas inmerso en un mundo globalizado, en el que lo que ocurre en la provincia más lejana de china o en el Lander más lejano de Alemania, afecta a tu comunidad, nación, estado, etc. Como el caso de los disturbios por la muerte de Floyd a manos de unos policías durante su detención, la detención del rapero en el rectorado de la universidad de Lleida, o los desagradables incidentes de Linares. Hoy el pensamiento debe estar centrado en el mejor aprovechamiento de esta globalización que no ha hecho más que empezar.

Cualquier persona podrá trabajar en cualquier país con más libertad, con menos impuestos o con lo que pueda imaginar, ya que desde el lugar en el que vive puede realizar trabajos o estudios a distancia, con teletrabajo o con estudios online. Todo ello, ahora sin la cobertura total del 5G, que cuando esté totalmente implementada nos permitirá desarrollar muchos más trabajos desde la distancia. Con todo ello cabe pensar en un mundo más disruptivo, que nos acercará más al mundo de Orwell o de Huxley.

Eso mismo es lo que se debatirá en los próximos meses en el Foro de Davos, donde los representantes de Países, Multinacionales, Grandes Bancos etc. Bajo el lema de: “El gran reseteo o gran reinicio”, donde se dice que en 2030 no tendrás nada y serás feliz.

En esos debates, aprovechando el impacto que ha tenido y está teniendo la pandemia, se decidirá las formas de afectar lo menos posible al cambio climático, cambiando entre otras, la forma de viajar, reformar el capitalismo para hacerlo más inclusivo y justo, así como utilizar toda la tecnología emergente en esta 4ª revolución industrial, para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Fijaros lo que estoy diciendo: se decidirá. Eso significa que en esta comunidad, nación o estado del que te consideras patriota no decide tu futuro, sino que simplemente lo maquilla, cuando otros en la esfera global ya lo han decidido y lo están implementando.

Por eso, lo más importante debe ser el estar en armonía con tu comunidad, aportando proyectos conjuntos que contribuyan al bien común huyendo de todo tipo de odios, fanatismos y envidias, que no hacen más que socavar la convivencia y el progreso.

Abrir los ojos a una realidad