Resulta cuando menos curioso que con la que le ha caído al PP en estos últimos años en forma de escándalos de corrupción, la Gürtel, la Púnica, Lezo, los papeles de Bárcenas, la Kitchen, visita del Papa y otros follones de más o menos calibre, vaya a ser la propia cúpula del partido la que se lo termine de cargar.
Por si no tuvieran bastante con la reciente historia popular, repleta de escándalos judiciales, ahora se sacan de la manga una andanada de fuego amigo para acabar con la poca dignidad que les quedaba en la cartera.
No voy a entrar en si lo que ha hecho o dejado de hacer Ayuso es legal, ilegal o viceversa. Para eso está la justicia. Si la ha hecho que la pague.
Lo que es indecente es el hecho de que, por una guerra interna de identidad política, el espectáculo que están dando los Casados Boys pueda llevar al partido a la descomposición más absoluta. ¿Quién con dos dedos de frente es capaz de aguantar tanta incompetencia? ¿Alguien con dos neuronas ve a estos indocumentados funcionales gobernando este país?
En el PP se ha pasado de tener políticos más o menos serios, con más preparación y formación que los de ahora, a ser dirigidos por un, políticamente hablando, zoquete con una licenciatura y máster envueltos en papel de regalo, Casado, acompañado por el campeón del mundo de lanzamiento de hueso de aceituna y perro de presa político, Egea, apoyándose en la inestimable colaboración del pelota más grande y pedante que ha pasado por el Parlamento patrio, Montesinos y contando con la inestimable e injustificable ayuda del senador itinerante, ese al que en su ciudad de origen no le podían ni ver y para poder seguir viviendo del cuento y cobrando de la cosa pública, se le empadronó en otra comunidad gobernada por su partido y así elegirle senador por dicha comunidad, Maroto.
La tristeza que les tiene que entrar a los que son votantes, por convicción de ideas, del Partido Popular, cuando ven que quien les dirige tiene menos cerebro que los colaboradores de Sálvame, debe ser tremenda. Ver como los que les venden el discurso de la honradez y honestidad, el discurso de la decencia y la ética, de la profesionalidad y seriedad, son exactamente lo contrario a lo que predican es un trago muy duro de pasar para unos ciudadanos que son precisamente todo lo contrario a estos vendetangas profesionales.
Y lo peor de todo no es solo eso.
Lo peor es que, con esta guerra sobre quién es el macho/hembra alfa de la manada popular, lo único que consiguen es, por una parte potenciar a un partido, VOX, que no tiene que moverse del sitio para recoger a los que, cabreados con tanto inútil, se arrojan en sus brazos desesperados ante las actitudes de los que son sus referentes políticos.
Y la otra parte, es saber que Pedro Sánchez aplaude con las orejas desde que se levanta hasta que se acuesta, viendo como su antagonista en el Congreso se desangra cada día con más intensidad. Sánchez está disfrutando como un niño con móvil nuevo, ante la posibilidad de que, si este disparate popular continúa y visos tiene de que no acaba aquí, la oposición que podría tener de cara a unas elecciones se difuminaría por completo, ya que a la autodestrucción popular y la desaparición de los Ciudadanos se le une el progresivo desmembramiento de Podemos, que los llevará a la desaparición casi con seguridad. Si consigue recoger a los deprimidos de Iglesias y Cía., convencer a los indecisos de la izquierda que hay que apoyarle ante la deriva de la derecha y potenciar a los que ya le votan para que no se queden en casa, su triunfo en las próximas elecciones, mal que nos pese a algunos, será cosa de coser y cantar.
Yo sinceramente no haría controles solamente en las carreteras o calles de nuestras ciudades para ver quién va más o menos colocado con sustancias diversas, que si y cada vez más, pero también pondría puestos de análisis de capacidad neuronal en la puerta del congreso. Estoy convencido que muchos no pasarían el control.
Lo que están dejando muy claro los dirigentes populares es que, para ser miembro de la cúpula, muy listo lo que se dice muy listo no hay que ser. Y si no que se lo pregunten al iluminado que apoyó recientemente la reforma laboral del Gobierno. La depresión del grupo popular del congreso cuando, después de “convencer” a los diputados de UPN, la marca blanca el partido en Navarra, ven como este amarraboinas se equivoca de tecla tres veces, y con eso se aprueba la reforma, tuvo que ser tan fuerte que aun les dura.
No sé, igual soy yo el que sobro y mis ideas sobre cómo debería ser la política están completamente equivocadas.
Y por trasladar esto al ámbito local, así les va a las y los políticos populares conejeros. Miss Avenida haciendo un Casado cada vez que alguien la hace sombra y rodeándose de los cerebros más cualificados del mercado del INEM.
Está claro que en este partido, el que vale no vale.