Durante la Guerra Fría, la mayoría de las naciones africanas, con el apoyo por un lado de la Unión Soviética y por el otro de los EEUU, reivindicaron sus independencias. Y, cada una de ellas con su sistema político, obtuvo su libertad política y social hace unos 60 años.
En su lucha por la independencia, cada nación africana alegó que los países colonizadores explotaban a las colonias y que, por ese motivo, con la independencia estarían mejor.
Nada más lejos de la verdad, porque, como se ha apreciado y se sigue apreciando, aún no han sabido gobernar honradamente sus respectivas naciones que están plagadas de corrupción interna y externa, pero se independizaron con el cuento de que "libres de las naciones colonizadoras" podrían llegar a ser países prósperos.
No hay una nación africana independiente que esté en condiciones sociales y económicas superiores a las que tenían cuando eran colonias; más bien, sufren un paro obrero colosal y gran parte de su gente malvive con un salario de entre 3 o 10 euros por 10 horas de labor, según un país u otro.
Estos países africanos que reivindicaron y consiguieron su independencia, continúan bajo el umbral de la pobreza siendo la mayoría de ellos ricos en pesca y en minerales, etc. Por ejemplo, Marruecos, que posee pesca en abundancia, minerales, buenas tierras de cultivo, e incluso petróleo y gas en el futuro, por desgracia y por malos hábitos de su gobierno, en sus calles deambulan miles de pobres vendiendo lo que sea para obtener un euro al día. Incluso ciegos, mudos, discapacitados y viejos.
A todo esto, los países africanos exponen como defensa que las naciones ricas deben invertir en sus territorios para que sus pueblos tengan trabajo y no necesiten emigrar. Pero cuando las naciones ricas invierten en los países africanos alegan que esas inversiones son un modo de explotación. Yo les pregunto: ¿creen que alguien da un euro por 50 céntimos, y que en Canarias y en toda España las inversiones extranjeras no están encaminadas a conseguir ganancias por medio de la explotación?
Todo cuanto alegan las naciones africanas que se independizaron de las colonizadoras es puro cuento que no justifica los malos gobiernos que ha habido y hay en esos lares. La verdad es que quienes gobiernan en las nuevas repúblicas africanas son una manada de corruptos que no se preocupan por el bienestar de sus pueblos, sino que cada uno trata de llenar de dinero su mochila, olvidándose de que fueron elegidos para dar a su gente algún modo de prosperidad.
Las pateras con magrebíes y subsaharianos que arriban casi a diario a Canarias y Península, es la prueba de que esos países africanos, con sus políticos, militares, mafias y oenegés nacionales e internacionales, son quienes promueven la corrupción y empujan las invasiones de inmigrantes ilegales hacia nuestro territorio nacional.
Y toda esta desgracia sigue su curso porque los mandatarios africanos no quieren ni saben gobernar sino chantajear y robar.