Quienes abogan que la palabra (Matria) para llamar a una nación es más adecuada que (Patria), no saben, o no quieren entender que, los idiomas de por sí son masculinos porque quienes en antaño crearon la escritura, las religiones y las leyes, fueron hombres por causa de su fuerza física, relación con el medio ambiente, y más porque las mujeres en tiempos antes de la Biblia se dedicaban, sobre todo, al cuidado de la cueva o casa y de la prole.
Patria deriva de padres o ancestros en latín, y siguiendo la autoridad que ejercían quienes escribieron todo lo significativo con Patria, así ha quedado, como que Patria es tierra de padres o de ancestros.
Si las mujeres hubiesen inventado la escritura, la religión y las leyes, Patria sería (Matria), y el dios de cada cual “mujer”. Pero no ha ocurrido así.
El actual idioma español castellano, dice: Patria es la tierra donde nacieron nuestros ancestros y nosotros. Patri-monio, son los bienes que pertenecen a padre y madre que pueden dejar como herencia a sus hijos, hijas y a esposo y esposa, etc.
Matri-monio=pertenencia de la madre. Y en nuevas palabras que yo he inventado: homo-monio, es la unión de dos hombres, y gineca-monio la unión de dos mujeres. En latín: matri-monium=pertenencia a la madre. En latín homo-monium=pertenencia al hombre, y en griego: gineca-monium= pertenencia a la mujer.
En resumida cuenta si queremos que siempre que escribamos y hablemos lo hagamos respetando el femenino y el masculino -para no ampliar en dos sexos lo que queramos comunicar- debemos acordar que desde tal fecha y durante cinco años hablemos en masculino, y después otros cinco en femenino. Pero se debe tener en cuenta que eso será una larga lucha por la homogeneidad de nuestro idioma que, a corto o largo plazo terminará en un conflicto histórico lingüístico que acarreará un caos en las costumbres sociales y religiosas de nuestro país España y en otros de habla hispana.