Desilusión, falta de gestión y propaganda. Son las claves con las que el Partido Popular de Fuerteventura define un año de gestión de los ayuntamientos “del cambio”. Para el presidente insular, Fernando Enseñat Bueno, las administraciones locales no han cumplido con las expectativas y se han mostrado “muy alejadas de la realidad de los vecinos”. En el caso del ayuntamiento capitalino, Enseñat ha destacado la “incapacidad” del equipo de gobierno para ejecutar el presupuesto lo que tradujo en la parálisis de la institución, “el pago” que hace el gobierno sobre su falta de gestión acusando a los trabajadores municipales o el hecho de arrogarse la obra de la avenida marítima que unirá Playa Blanca con la ciudad, a pesar de que las gestiones se hicieran en la legislatura pasada y la obra lleve “más de un año de retraso”.
En la misma línea se pronunció sobre el gobierno del nacionalista Isaí Blanco Marrero en La Oliva contra quien se impulsó una moción “necesaria” por tener el ayuntamiento “paralizado” y no defender, acusó, el interés de los trabajadores del Oliva Beach, la construcción del colegio de Villaverde o el centro de salud de Corralejo.
Con respecto a Antigua, abogó por que hubiera “menos concejales y más gestión” mientras que en Pájara reivindicó la labor de los ediles populares, ahora en la oposición, que lograron, entre otras cuestiones, las banderas azules que ahora ondea el gobierno de Pedro Armas.
Fernando Enseñat mostró su preocupación por la gran merma que va a sufrir la recaudación en los Ayuntamientos y aseguró que, si no se permite a las administraciones locales hacer uso del remanente y el superávito, los ayuntamientos tendrán problemas para pagar las nóminas a sus empleados.
En este punto, abogó por suprimir impuestos, reestructurar presupuestos y priorizar partidas para atender la urgencia social y reactivar la economía impulsado a pymes y a autónomos.
