viernes. 22.11.2024
La gomera

Fue un 31 de enero de 2020 a última hora de la noche cuando el Centro Nacional de Microbiología confirmó el primer caso de coronavirus en España, el de un turista alemán de La Gomera. Desde entonces, comenzó a dibujarse una dramática espiral de la que parece verse el fin con las ansiadas vacunas.

Como recuerda cope.es, justo un mes antes de esa fecha, las autoridades de la ciudad china de Wuhan habían informado de 27 casos de una neumonía desconocida tras haber visitado el mercado de animales vivos de esa localidad y pocos días después se puso nombre al culpable de la infección, el Sars-Cov-2.

En ese mes de enero, desde el Ministerio de Sanidad con un ministro recién llegado, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, se aseguró que el riesgo de que el nuevo coronavirus llegara a España era "muy bajo" y que en el caso de que lo hiciera, el país estaría preparado "para actuar ante cualquier eventualidad". La opinión de Sanidad fue compartida entonces por parte de las principales sociedades médicas y de expertos en enfermedades infecciosas.

Sin embargo, y tras descartar varios casos, el 30 de enero Canarias aisló en el Hospital Insular de La Gomera, por recomendación del Gobierno alemán, a un grupo de turistas de ese país, después de que dos de ellos estuvieran en contacto antes de viajar a la isla con un positivo.

La Consejería de Sanidad activó el protocolo pertinente y envió las muestras al Centro Nacional de Microbiología, dependiente del Instituto de Salud Carlos III. Ninguno de ellos presentaba síntomas.

Fue la noche del viernes 31 de enero, hace justo un año, cuando se conoció que uno del grupo de los turistas alemanes que se encontraban en cuarentena en la isla había dado positivo, convirtiéndose en el primer caso de coronavirus en España, el primero de los más de 2,7 millones de casos que desde entonces se han diagnosticado en España, país que se convirtió en uno de los más golpeados durante la primera ola de la pandemia.

Fue la Consejería de Sanidad canaria la que informó en un primer momento de los resultados del análisis del ciudadano alemán. Al día siguiente, compareció el director del CCAES y explicó que el turista alemán presentaba "un cuadro leve". Las autoridades sanitarias empezaron a hacer seguimiento a las personas con las que podía haber tenido contacto durante su estancia en la isla, así como con las que había coincidido en su trayecto hasta allí.

El jefe de servicio de Epidemiología del Servicio Canario de la Salud, Domingo Núñez, informó junto al presidente canario, Ángel Victor Torres, y la consejera de Salud, Teresa Cruz, de que el resto del grupo en cuarentena seguía asintomático y en observación. El ciudadano alemán fue dado de alta el 13 de febrero y sus compañeros nunca llegaron a dar positivo.

La situación se calmó y en Canarias el coronavirus dejó de ser un monotema, hasta que un 24 de febrero por la noche, mientras Tenerife se disponía a vivir su gran Lunes de Carnaval, un millar de personas quedaban confinadas en el H10 Costa Adeje Palace tras el positivo por COVID-19 de un cliente italiano. Le seguirían los casos de sus contactos más estrechos. Luego llegarían más casos vinculados con Italia en La Laguna, los aislamientos en los dos principales hospitales de la isla y el aumento exponencial de casos.

A todo ello le siguieron los meses duros de la pandemia, con una primera ola despiadada, a la que han sucedido otras dos, la última de ellas, golpeando fuerte en este mes de enero (no así en Tenerife), coincidiendo con el inicio de la campaña de vacunación, que dio el pistoletazo de salida el pasado 27 de diciembre.

Se trata de una campaña de vacunación que ya se ha topado con los primeros obstáculos ante el retraso de la llegada de más dosis, que ahora tendrá que gestionar la nueva ministra canaria de Sanidad, Carolina Darias, junto a las autonomías, si bien esta ya ha asegurado, en sus primeras comparecencias, que la campaña "avanza a buen ritmo" y mantiene la previsión de que en verano el 70 % de la población en España haya sido inmunizada.

Y el virus entró por La Gomera: un año del primer caso de COVID-19 en España