viernes. 22.11.2024
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El volcán Cumbre Vieja de La Palma continúa activo y la lava sigue su curso, avanzando hacia el suroeste de la isla y situándose a última hora de este martes a unos dos kilómetros de la costa. Desde que se iniciara la erupción el pasado domingo, según ha avanzado cope.es, la lava ha arrasado más de 200 casas, hay 100 hectáreas afectadas y la cifra de evacuados supera los 6.000, al sumar los del barrio de Todoque, la última zona donde ya ha llegado la colada de lava. Se trata del último núcleo habitado antes de llegar al mar. Mientras el volcán ofrece cada día novedades de su fuerza, las distintas autoridades se afanan en anunciar ayudas que en cualquier caso llegarán a largo plazo sin que se esté concretando qué solución se le va a dar a corto plazo a las personas que no tienen nada y que no han encontrado ni familiares ni amigos con los que alojarse. El problema de la vivienda no es un problema del futuro, es un problema del presente, como ya padecen los que viven una desolación que no fue claramente evaluada en los primeros minutos por parte de algunos políticos que llegaron a hablar incluso de que era una "fiesta" lo que estaba sucediendo y lo que era previsible que iba a ocurrir. Mientras, las muestras de solidaridad se están sucediendo pero de forma espontánea y poco organizada, sin que la población que quiere colaborar sepa muy bien qué tiene que hacer y cómo debe hacerlo. 

gente recogiendo cosas

Los vecinos de este barrio han tenido, a última hora de este martes, unos breves minutos para recoger algunas cosas de sus casas antes de tener que abandonarlas. Cada familia ha accedido a su vivienda con su propio coche, en el que también iba un bombero, dando 15 minutos a cada vecino para recoger los objetos posibles y ser evacuados.

Ante las previsiones del avance la lava, que parece que va a una velocidad relativamente lenta, desde el cabildo de La Palma han lanzado un mensaje importante para los vecinos de Todoque, con otra oportunidad para poder volver a pasar por sus casas en la mañana de este miércoles, a partir de las 7:45, "mientras esto sea posible".

Dispositivo

Además de las viviendas, multitud de fincas de explotación agrícola, como plantaciones plataneras, así como explotaciones ganaderas se han visto afectadas por la erupción del volcán, siendo sepultadas por la lava. Las que no han quedado debajo de las coladas también van a sufrir los efectos de la situación, ya que no se puede acceder a ellas al haber carreteras cortadas para regar ni para recoger plantaciones por un tiempo indefinido. Este hecho supone que el sustento de muchas familias se haya venido abajo y cuando el volcán cese su erupción, deberán esperarse entre 20 y 25 años para poder volver a cultivar las tierras o edificar sobre ellas.

El volcán continúa arrojando magma, el Instituto Volcanológico de Canarias ha informado de un repunto de la explosividad en el foco principal del volcán, y según las últimas noticias del CSIC que se han conocido a última hora de este martes, se ha abierto una nueva boca eurptiva en Cumbre Vieja, con lo que ya son diez. Desde COPE Canarias siguen muy de cerca la información y apuntan que, mientras de día solo se ve un bloque sólido negro, de noche se aprecia una gran línea roja de fuego.

foto lava dentro

Ante el avance la lava continúan formándose muros, de hasta 12 metros de altura en algunos puntos. La lava avanza a una velocidad en torno a los 200 metros por hora y la deformación del suelo de la isla, en la zona próxima a la erupción del volcán asciende ya a los 25 centímetros. El suministro de agua es uno de los aspectos que más preocupa. Actualmente está condicionado a que no se vea afectada la tubería de agua de Los Guirres, mientras se trabaja a contrarreloj en el diseño de conducciones alternativas.

Las últimas estimaciones apuntan que los gases volcánicos emitidos pueden alcanzar los 3.000 metros de altura, y la tasa de emisión de dióxido de azufre (SO2) está entre las 8.000 y 10.600 toneladas diarias.

La Unidad Militar de Emergencias sigue actuando en la zona, manteniendo una vigilancia constante sobre el terreno, apoyados con drones que les permiten seguir de manera más cercana la evolución de la colada. La UME ha desplegado un total de 184 militares, junto a 67 medios entre los que se encuentran 12 autobombas, 4 camiones nodriza, 1 Vehículo Ligero de Reconocimiento (VELIRE) y 3 aviones anfibios del Ejército del Aire.

Una nueva boca amenaza a la población de La Palma mientras la lava acaba ya con Todoque