El Instituto Canario de Igualdad (ICI) lanzará a lo largo del mes de diciembre una campaña publicitaria sobre el recurso Mascarilla-19, creado durante el confinamiento para que las mujeres que pudieran estar viviendo una situación de violencia de género, pidieran ayuda en las farmacias y que en Canarias se ha mantenido como un recurso estable. La campaña inicia su andadura en redes sociales con el lema “Pide en farmacia mascarilla-19. En la farmacia sabrán que tienen que llamar al 112”, comenzará su difusión en televisión, radio y prensa escrita el próximo 10 de diciembre y se mantendrá hasta el 31 de diciembre.
La directora del ICI, Kika Fumero, argumenta que “a pesar de que este protocolo se hizo viral cuando lo pusimos en marcha en Canarias, y tuvo repercusión en numerosos medios de comunicación nacionales e internacionales, queremos llegar a muchas más mujeres que por diferentes motivos: por brecha generacional, por cuestiones socioeconómicas o sencillamente por que son mujeres con poca o nula asiduidad al entorno digital, todavía desconocen este nuevo recurso y que por tanto pueden pedir ayuda en su farmacia si lo precisan”.
La campaña se compone de anuncios en prensa escrita y digital con las que contempla 318.000 impresiones, vídeos para las redes sociales (Facebook, Youtube e Instagram) con los que se prevé alcanzar más de 70.000 impresiones; en televisiones se emitirán 2.231 pases del anuncio (303 en televisiones auditadas), y en radio un total de 386 cuñas. También incluye la inserción de la imagen fija en soportes exteriores como mupis y marquesinas.
Fumero explica que la creatividad en el anuncio televisivo muestra las farmacias como un espacio seguro y un bucle de mujeres diferentes con el que “hemos querido transmitir el carácter estructural de la violencia de género, las conductas machistas que amparan esta violencia contra las mujeres no entienden de raza, clase, funcionalidad o edad, se reproducen en cualquier ámbito”. “Además -explica- trasladamos la violencia de género a un lugar comunitario, un asunto compartido y no una cuestión personal, concreta e individual”.
En este sentido ahonda que “una de las conclusiones más importantes de la aplicación de Mascarilla-19 durante el confinamiento, y en las que coincidimos responsables de diferentes países donde se aplicó, fue el hecho de que generara mayor conciencia social sobre la violencia de género, y sobre todo, que permitiera que la violencia de género fuera en menor medida un problema privado, de puertas adentro, y pasara a ser un problema colectivo cuya erradicación depende de todas las personas”.
En las cuñas de radio, la campaña capta la atención del oyente jugando con el hecho de que va a escuchar información relevante sobre los síntomas del coronavirus, pero al final revela algunos de los efectos secundarios de vivir con un maltratador. La idea principal es que una medida para proteger del coronavirus, es el uso de la mascarilla, y cómo solicitando una mascarilla 19, también pueden protegerse y ponerse a salvo del maltrato.
“Es evidente que las farmacias son unas perfectas aliadas -asegura la directora del ICI- siempre tenemos alguna cerca y de guardia, son un referente de la salud de las familias y ahora se han convertido en agentes activos en la erradicación de violencias machistas”. “Cuando se implantó el recurso desde algunas farmacias -recuerda- expresaron su miedo a posibles represalias, pero a medida que avanzó y vieron el gran trabajo que podían hacer para ayudar a las víctimas, olvidaron el miedo y sintieron el orgullo de ser agentes que protegen y dan la alarma para ayudar a víctimas”.