“Los presupuestos estatales para 2022 son malos para Canarias, los pinten como los pinten, pues si salen adelante aumentarán la brecha existente entre las Islas y el resto del Estado”. Así lo ha manifestado, este martes, la portavoz del Grupo Mixto en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, durante la sesión plenaria celebrada en la Cámara autonómica.
Vidina Espino ha asegurado que “el año en el que más se va a crecer, gracias a los miles de millones de fondos comunitarios”, las cuentas públicas elaboradas por el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos “colocan a las Islas a la cola de España en inversión por habitante”, ya que, “de los 21.600 millones de inversiones directas territorializadas que se han anunciado, a Canarias le corresponden solo 362 millones, prácticamente lo mismo que el año pasado”.
Según ha explicado, “en Canarias se invierte por habitante 164 euros, muy lejos de los 278 euros de media en el resto del territorio nacional”, por lo que ha pedido al vicepresidente y consejero de Hacienda del Gobierno canario, Román Rodríguez, que “no engañe a la gente para defender lo indefendible”.
La portavoz del Grupo Mixto ha señalado que con estos presupuestos el Gobierno de España “está incumpliendo la Ley del REF y el Estatuto de Autonomía de Canarias”, porque, según ha apuntado, las inversiones previstas para compensar la insularidad, la lejanía y problemas estructurales “no se pueden contabilizar junto a las actuaciones ordinarias del Estado”.
En lugar de ayudar a las Islas a “salir del vagón de cola”, lo que hacen estos presupuestos es que “los indicadores de paro, pobreza y exclusión social aumenten” en relación con el Estado. A su juicio, un Gobierno que se dice progresista “no puede dar más a los que más tienen y concentrar las inversiones en los territorios más ricos del Estado frente a los más pobres”.
Vidina Espino ha recriminado igualmente al consejero de Hacienda que utilice como argumento para defender estas cuentas que aquellos que las cuestionan “no las entienden porque son de letras”. Este planteamiento, ha dicho, “no es un intento de desprecio a la oposición, sino a todos y cada uno de los ciudadanos” y ponen en evidencia el interés de Román Rodríguez por acabar con el sentido crítico en el Parlamento.