La portavoz del Grupo Mixto en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, ha registrado, este miércoles, una solicitud a la Mesa de la Cámara, en la que solicita que “a los doscientos mil euros que el Parlamento tiene previsto donar a La Palma, para ayudar a paliar la catástrofe generada por la crisis volcánica, se sumen otros 200.000 euros del remanente del Grupo Mixto”.
Esta iniciativa, que ha anunciado Vidina Espino en rueda de prensa, se une a la proposición no de ley (PNL) aprobada por unanimidad en el último pleno, a propuesta del Grupo Mixto y enriquecida por todos los grupos, que incluye diez puntos con las principales medidas a adoptar en La Palma, “con el propósito de garantizar que se cumplan todas las promesas hechas a los palmeros después de la erupción”.
La diputada canaria ha señalado que estos 200.000 euros son algo más de la mitad de los fondos de que dispone el Grupo Mixto en este momento, “gracias a ser ahorrativo y riguroso con el uso del dinero público”.
Vidina Espino ha aprovechado la rueda de prensa para desmentir que la Mesa de la Cámara la haya declarado “tránsfuga de puertas para adentro”, como ha señalado algún medio de comunicación, y ha explicado que este órgano de gobierno del Parlamento “lo que ha dicho es justo lo contrario” a lo que se ha publicado, pues “no puede hacer declaraciones en función de valoraciones o acuerdos políticos, sino fundamentadas en las leyes y en el Reglamento de la propia Cámara”.
En este sentido, ha recalcado que, según el Reglamento del Parlamento y las leyes españolas, “no soy tránsfuga”, pues su decisión de abandonar Ciudadanos “se debe al incumplimiento de los compromisos adquiridos” por este partido con los canarios, “cuando nos presentamos a las elecciones. No me he pasado a otro partido ni he usado mi voto para que se produzca un cambio de gobierno”, ha agregado. “La ley está de mi parte y voy a defender mis derechos de representación política”, ha insistido.
La portavoz del Grupo Mixto ha llamado la atención sobre “la persecución que ha emprendido” contra ella “un partido que se llama nacionalista, que dice defender los derechos de los canarios” y cuya creación, ha recordado, “se produce como consecuencia del mayor caso de transfuguismo de la historia de Canarias”.
A su juicio, este comportamiento de Nueva Canarias y, más en concreto, de su presidente, Román Rodríguez, se debe a “la defensa de los intereses de los canarios” ejercida por ella, lo que la ha llevado a “decirle unas cuantas verdades al señor Rodríguez en el Parlamento”.
Entre ellas, ha indicado haberle recriminado que “no ejecute parte del presupuesto”, cuando miles de canarios lo están pasando mal, “sus apaños con el Gobierno de Sánchez, para no reclamar que se pague lo que es de los canarios por justicia”, como el dinero de la sentencia de carreteras, o “el gasto en encuestas electorales cocinadas a su gusto”.
También se ha referido a las denuncias vertidas por “su creciente gasto en asesores, sus reiterados aumentos de sueldo, sus tejemanejes en la televisión pública y su falta de educación y actitudes machistas”.
Según Vidina Espino, al también vicepresidente del Gobierno canario, “la crítica política le incomoda y molesta”, porque lo presenta a los ciudadanos tal y como es “un político que si alguna vez tuvo la vocación de servicio público, la perdió hace mucho tiempo y ahora lo que hace es servirse él de lo público”.
También ha advertido que, en 40 años, el Parlamento de Canarias ha solicitado al Consejo Consultivo seis dictámenes, “en muy contadas ocasiones y en asuntos de gran trascendencia como es el Estatuto de Autonomía”. Uno de esos seis, tal y como ha informado, es el de su situación como diputada, “saltándose además a los Servicios Jurídicos de la Cámara”, quienes, en su opinión, “con toda probabilidad hubieran dicho que en el Parlamento deben aplicarse el Reglamento y las leyes, no los pactos entre partidos, pues no son ley”.
La portavoz del Grupo Mixto ha comentado que “el Reglamento de la Cámara es claro” en lo que respecta a este grupo y ha puesto como ejemplo que “la misma situación que acontece ahora ya se produjo en el pasado”, cuando dos de los tres diputados del PIL que lo conformaban abandonaron la formación política con la que se presentaron a las elecciones y siguieron trabajando con total normalidad y todos sus derechos en el citado grupo.