El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, va a presidir este lunes una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno. A las nueve de la mañana está previsto que se reúnan en la sede de Presidencia de Las Palmas de Gran Canaria los integrantes del Ejecutivo autonómico con el fin de analizar la situación actual de la pandemia y anunciar los cambios que en islas como Lanzarote se llevan pidiendo desde hace semanas.
De hecho, en parte por la presión que se ha ejercido por la sinrazón de las últimas semanas, el Gobierno va a anunciar con total probabilidad que Lanzarote pasa de Fase 4 de protección, la más alta que se ha establecido durante este último año y que ha aguantado desde el pasado 22 de enero, a Fase 3. La medida, que en teoría aliviará de algún modo la presión que se ha ejercido sobre la población de Lanzarote y de La Graciosa, no se ajustará tampoco a lo que se demanda en estos momentos viendo los niveles de contagio y lo que sucede en islas como Fuerteventura donde han estado hasta este momento en Fase 1 y pasarán a Fase 2 por haber aumentado el número de contagios.
Lo que ha pedido la población de Lanzarote y los comercios que se han visto asfixiados por las restricciones es que haya un avance mayor, un pase a la Fase 2, cosa que no va a suceder. La razón, como ya esgrimió el propio Torres este domingo durante una comparecencia pública, es que los datos del hospital no permiten que se adopte esta medida. Datos sobre el número de personas que están ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Sin embargo, ya ha habido voces desoídas hasta el momento que han pedido que si es la excusa que se pone se pongan a su vez los medios para descongestonar el centro sanitario y se permita una situación más favorable para permitir que vuelva a desarrollarse algo de economía, en estos momentos en estado más que crítico para miles de personas en las dos islas más orientales del Archipiélago.
"Ya tenemos más vacunados que contagiados y caminamos hacia ese pasaporte sanitario que hará que recuperemos el turismo. Estoy convencido de que iremos a mejor con la pandemia y que recuperaremos el turismo". Son las palabras con las que inició la descripción de la situación sanitaria este domingo durante la inaguración de la Onda Atlántica en la playa de Las Canteras de Las Palmas de Gran Canaria. Pero lo más importante vino cuando habló de los niveles de restricción de cada isla. En clara alusión a lo que pasa en Lanzarote y a las críticas que ha recibido, el presidente aseguró que lo del nivel 4 no es "un capricho" suyo puesto que él no tiene ninguna potestad para determinarlo. Se agarró una vez más a los criterios técnicos que se aplican a la hora de tomar este tipo de decisiones, adelantando que este lunes, antes del 4 de marzo inicialmente anunciado, se revisarían esos criterios entendiendo que la situación ha mejorado.
