Cada semana parten desde Canarias varios grupos de entre 15 y 30 inmigrantes con destino a los lugares de alojamiento de Cruz Roja en la península. Así lo certifica a COPE la propia organización no gubernamental (ONG), responsable en la inmensa mayoría de los casos de esos trámites. Se trata de personas de perfil vulnerable o con derecho a protección internacional, asilo. Desde septiembre de 2019 han sido trasladados un total de 2300 inmigrantes. Este 2020 la cifra asciende a unos 1700. Más de la mitad lo han sido desde septiembre de este año. Un 25% de los trasladados son menores de edad acompañados, informa en cope.es Juan Baño.
Los datos dan concreción a un balance sobre el que el ministro Grande Marlaska se niega a entrar en detalle. No hay información oficial. Datos que facilita a Cope José Javier Sánchez Espinosa, subdirector de inclusión social de Cruz Roja. Durante el estado de alarma estuvieron suspendidos este tipo de traslados que, previamente, autoriza el Ministerio del Interior. Se trata de las personas de perfil vulnerable, es decir: mujeres embarazadas, con hijos menores, víctimas de trata o individuos con alguna discapacidad. Aunque es la ONG la que facilita el billete, la Secretaría de Estado de Migraciones financia el desplazamiento. Cruz Roja afronta el apoyo logístico y el alojamiento una vez en la península.
Los inmigrantes trasladados viajan por lo general en vuelos comerciales, a excepción de los que lo hacen en barco a Huelva o Cádiz. Hasta ahora Cruz Roja los está alojando, según Sánchez Espinosa, en la red de más de 8000 plazas de emergencia o 1600 integrales en lugares muy distintos como Andalucía, Comunidad Valenciana, Barcelona, Huelva, Cádiz, Aragón, País Vasco...
Algunos se marchan por sus propios medios
El responsable de alojamientos de la ONG confirma que algunos de los inmigrantes que llegan a Canarias se trasladan por su cuenta hasta territorio peninsular. Al menos eso se deduce de lo que han podido constatar en los lugares de acogida de la organización: “Algunos se han dirigido a nuestras oficinas de Cruz Roja pidiendo este apoyo y en la entrevista con ellos hemos podido identificar que habían llegado a las Islas Canarias.” Incluso se han llegado a identificar casos en los que esos mismos inmigrantes habían desaparecido previamente de los alojamientos que controla Cruz Roja en las islas. Suelen ser marroquíes provistos de pasaporte y con dinero suficiente para costearse el viaje.
Los acogidos saben que “disponen de un periodo de estancia de unos tres meses cuando presentan algún tipo de vulnerabilidad; si esa situación tiene especial relevancia puede prorrogarse hasta seis. A partir de ahí deben de contactar con otras redes sociales que les den apoyo para abandonar la acogida en la ong. Lógicamente -dice el subdirector de Cruz Roja- muchos desaparecen y siguen su camino.”