El recuento final de la cantidad de droga que transportaba el pesquero interceptado a unas 30 millas al este de Fuerteventura, en aguas internacionales, ha pasado de las 15 toneladas de hachís de las que se informó ayer martes, a las 22,1 toneladas repartidas en 700 fardos.
Según ha informado la Agencia Tributaria, a fecha de hoy es la mayor aprehensión en un único barco realizada por el Servicio de Vigilancia Aduanera de la Dependencia Regional de Aduanas de la AEAT de Canarias en los últimos 20 años y la segunda de España.
Por su parte, efectivos de Vigilancia Aduanera, Guardia Civil y Policía Nacional abordaron esta semana el pesquero, con bandera de Mongolia, en el marco de la operación Agua Mojada.
La operación marítima es el fruto de una investigación de inteligencia que ha tenido como resultado el abordaje de dicho pesquero cuando se encontraba en aguas del Atlántico, al este de las islas Canarias.
Cuatro tripulantes detenidos
Además, se ha detenido a los cuatro tripulantes de la embarcación. En cuanto al abordaje del buque, de nombre 'Odyssey 227', ha sido realizado por la patrullera 'Sacre' de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, con base en Las Palmas de Gran Canaria.
Al respecto, se ha informado de que el pesquero, que era objeto de una investigación desarrollada por la Oficina de Investigación Marítima de Vigilancia Aduanera en Galicia, Policía Nacional y Guardia Civil, se abordó tras solicitarlo a las autoridades consulares de Mongolia de acuerdo con lo previsto por el Convenio de Viena de Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes, lo que se pudo realizar sin encontrar resistencia por parte de la tripulación del pesquero.
Sin embargo, el mal estado de la mar y la naturaleza propia de la operación creó una situación de "extrema dificultad" en el momento en que, durante el asalto, cayó al agua el jefe de la Tripulación de Presa de la patrullera 'Sacre', pudiendo ser rescatado de "inmediato" por sus compañeros y continuando con la misión.
En cuanto a los cuatro tripulantes detenidos, el capitán es de nacionalidad italiana, mientras que el jefe de máquinas y los marineros son de nacionalidad senegalesa. Todos ellos junto al pesquero y la droga aprehendida han sido escoltado hasta el puerto de Las Palmas, donde ha llegado hacia las cinco de la tarde, hora local.
Este ha sido el resultado de una investigación coordinada por el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado), que dio lugar a la fase de explotación cuando la Oficina de Inteligencia Marítima de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria en Canarias corroboró la hipótesis inicial de la oficina de VA en Galicia en relación con una navegación sospechosa del buque 'Odyssey' en aguas cercanas a Canarias.
Esto motivó la decisión de la salida al mar de la patrullera 'Sacre' debido a los fuertes indicios de que el pesquero estaba cargado con sustancias estupefacientes.
Las Oficinas de Investigación Marítimas, creadas por la Agencia Tributaria en todas las Delegaciones Especiales con costa, están desarrollando nuevas herramientas de investigación para contrarrestar el aumento del narcotráfico por vía marítima, tanto de hachís como de cocaína, que se detecta en los últimos años. Estas oficinas analizan los tráficos, rutas de pesqueros y mercantes en zonas de riesgo para detectar posibles operaciones ilegales.
Al respecto, señalan que en los últimos tiempos se ha producido un "cambio significativo" en las rutas del tráfico de hachís de origen marroquí, ya que la tradicional ruta del 'Mediterráneo oriental', con cargas frente a la costa mediterránea de Marruecos y traslado de la sustancia estupefaciente presumiblemente a Libia, se ha reducido "significativamente" y se ha sustituido por una nueva ruta, la denominada 'ruta atlántica del hachís'.
Esta ruta, añaden, se caracteriza por cargas de la sustancia estupefaciente frente a la costa atlántica marroquí y su traslado mediante embarcaciones con destino presumible a Guinea Bissau, Guinea Conakry, Sierra Leona, Senegal, entre otros, donde sería alijada para su posterior traslado por tierra, atravesando el continente africano por la ruta del Sahel, con destino presumible a Libia y posterior entrada al continente europeo.
La inteligencia señala que esta nueva 'ruta atlántica del hachís', surge al ser considerada por las organizaciones una ruta más segura que la antigua ruta del 'Mediterráneo oriental' --donde las autoridades italianas, francesas y españolas han llevado a cabo múltiples incautaciones--.