El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia de Las Palmas, en coordinación con los agentes de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, han realizado los pasados días 31 de julio y 1 de agosto un dispositivo de vigilancia conjunto para la prevención de la caza furtiva que finalizó con la tramitación de 25 infracciones a la Ley de Caza; Ley de Protección de Animales y Ley del Suelo. Fruto de estas actuaciones, durante el operativo los agentes identificaron a 22 personas y se levantaron actas por diversas infracciones: 19 denuncias a la Ley de Caza; 5 a la Ley de Protección de Animales y 1 a la Ley del Suelo por obras de ampliación de vivienda en suelo rústico.
En cuanto al inicio del operativo, el Instituto Armado explica este miércoles en nota de prensa que antes del inicio de la temporada de caza, el SEPRONA y el Cabildo de Fuerteventura realizaron un servicio preventivo para controlar la Caza Furtiva en la Isla. Por ello, se desplazó un operativo desde la Comandancia de las Palmas que en unión de la Patrulla SEPRONA de Fuerteventura y componentes de Seguridad Ciudadana del Puesto de Puerto del Rosario desplegaron varias patrullas para controlar diversos puntos de la Isla de Fuerteventura y prevenir la caza ilegal.
Dentro de esta campaña de vigilancia preventiva, la Benemérita señala que las principales zonas de actuación fueron en Betancuria, Montaña de Tindaya y Los Roques.
Legislación
La vigente Ley 7/1998 de Caza de Canarias prevé sanciones varias por su incumplimiento, como la retirada y revocación de la licencia de caza o inhabilitación para la misma, así como multas que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros para las infracciones menos graves y graves, así como el decomiso de las artes materiales y armas empleadas en la infracción.
El inicio de la temporada de caza en la isla de Fuerteventura comienza el próximo domingo 8 de agosto en una de sus diferentes modalidades por ello desde la Guardia Civil y el Cabildo de Fuerteventura recuerdan la necesidad de disponer de la preceptiva documentación para el ejercicio de la caza y la obligación de llevarla consigo durante la práctica, así como mostrarla a requerimiento de los agentes competentes en materia de vigilancia de caza y respetar durante su ejercicio la normativa vigente en la materia, con el fin de conservar la riqueza cinegética.