Un grupo de personas que tendrían que estar este martes en Fuerteventura se han visto atrapados en el aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria después de que la compañía Binter decidiera cancelar el vuelo que les tendría que haber llevado sin problema en una jornada en la que ya se había terminado la alerta máxima por lluvias y viento que se padeció durante el fin de semana.
Así se lo han narrado a este diario con un enfado notable. “Nos tienen aquí sin información, sin agua y sin alimento”, comentó uno de los viajeros que se puso en contacto con Crónicas para narrar el malestar general que había. Ese fue uno de los principales problemas que les molestó, la falta de información, el hecho de que no se entendían cancelaciones ya este lunes y que no les ofrecieran una alternativa de hospedaje. “Están pasando las horas y no se nos proporciona un bono de agua ni de alimento; han pasado tres horas hasta que nos han dicho que finalmente es probable que nos hospeden en un hotel”, narró otra pasajera tremendamente molesta.
El problema se agravó cuando uno de los pasajeros trató de razonar con la compañía al ver que había un grupo de personas mayores con problemas de movilidad que formaba parte del pasaje que se tenía que desplazar a Lanzarote o a Fuerteventura. “No sé a qué isla iban porque se cancelaron los vuelos para las dos, pero no es razonable que tengan a gente mayor tantas horas en esas condiciones”, describió.
Finalmente, sobre las tres de la madrugada de este martes llevaron a ese grupo de personas mayores en guagua al hotel.
Posteriormente, ya sobre las cinco de la madrugada apareció el personal de la compañía para darles un bono de 12 euros para que pudieran comer o beber algo. “Es de traca, nos lo acaban de dar ahora mismo, cuando llevamos horas y horas aquí esperando”, explicó a este diario tremendamente indignado uno de los pasajeros afectados.
"Esto ha sido un despropósito total y absoluto. Al final se han cancelado vuelos para todas las islas, y ver aquí madres con niños pequeños, los jubilados de Tenerife que menos mal que se los han llevado. Una vergüenza, de verdad", comentó otro pasajero majorero que también se puso en contacto con esta redacción.