La Consejería de Sanidad ha acordado este jueves situar a la isla de Gran Canaria en nivel de alerta 1 tras la mejora de sus indicadores epidemiológicos. El resto de islas se mantienen en el nivel que estaban: Tenerife y Lanzarote en nivel 2, al no haber mejorado sus indicadores esta semana, y La Gomera, El Hierro, La Palma y Fuerteventura en nivel 1.
Los cambios de nivel, según ha explicado el Ejecutivo en nota de prensa, entrarán en vigor coincidiendo con la actualización semanal del Semáforo de incidencia acumulada (IA), publicado en la web de la Consejería de Sanidad. Esa decisión se sustenta en el informe emitido por la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS) con fecha de 26 de mayo.
Ese informe, en el caso de Gran Canaria indica que entre el 12 y el 25 de mayo se han diagnosticado 433 casos, lo que representa un promedio diario de 31 casos nuevos de COVID-19 en estas 2 semanas. El riesgo de transmisión comunitaria se ha estabilizado en nivel medio, aproximándose al límite de bajo, con un promedio de la tasa de Incidencia Acumulada a 7 días de 27,9 casos por cada 100.000 habitantes. Esta tasa continúa en riesgo bajo y con descenso continuo en los grupos de edad superiores, de 65 y más años, con un promedio de 9,4 casos por cada 100.000 habitantes. El informe indica que globalmente los indicadores de Gran Canaria son positivos y la consolidación del descenso del riesgo en personas de 65 y más años se ve reflejada en una consolidación en valores positivos de utilización de servicios sanitarios.
El resto de islas continúan en la misma tendencia de estabilización o bajada salvo Lanzarote que ha visto incrementar sus indicadores en la última semana lo que ha significado el crecimiento del valor de la tasa. Debido a la alta trazabilidad de los casos y a que los valores de incidencia aún no han representado un alto impacto sobre las camas convencionales y unidades de críticos, la isla permanece en nivel 2, aunque en estrecha vigilancia de lo que suceda en los próximos días.