La Red de Apoyo Comunitario de Fuerteventura ha lanzado un SOS para recaudar fondos que permitan ayudar a las familias que más están sufriendo ahora. Personas en situación de vulnerabilidad a las que los servicios públicos no están llegando en este momento y que necesitan la solidaridad de la comunidad para poder subsistir. La desatención está creciendo, advirtió desde la Red Marcos Rodríguez, en una entrevista este miércoles en Cope Fuerteventura, donde también desveló las dificultades para establecer un “hilo directo” con la administración a fin de dar respuesta inmediata a los casos de mayor urgencia “a las situaciones imposibles”.
-¿Cuál es la situación que motiva la petición de ayuda urgente?
-Es prácticamente la misma que se viene produciendo desde el inicio de la pandemia y desde el inicio de las medidas que han dificultado el desarrollo normal de la economía y de las relaciones laborales. La administración es una maquinaria pesada de mover y, por tanto, la respuesta que está prevista en las normas o en los programas de actuación de los servicios sociales no funciona con la celeridad que a todos nos gustaría. Hay cada vez, por lo que parece, más personas en desatención. Personas que se ven con escasez de alimentos, de ropa o de productos elementales para la subsistencia.
-¿Está creciendo esa demanda en la actualidad?
-No es una medida científica ni demoscópica pero sí hay cada vez más personas que se ponen en contacto con nosotros y que nos solicitan algún tipo de cobertura, de ayuda o colaboración. Por ejemplo, solo en la tarde de ayer atendí yo personalmente tres casos de familias diferentes. No quiere decir que suceda todos los días pero no era lo normal hace dos meses.
-¿Estas personas a las que alude han solicitado ayuda previa en las administraciones públicas?
-En ocasiones no llega esa ayuda y en ocasiones no llega al ritmo que se necesita. Cuando una persona no tiene comida para un bebé de 2 años no se le puede decir: usted tiene cita en noviembre; que es uno de los casos de ayer. Ese bebé no puede estar sin comer. Si esa persona no dispone del alimento para dárselo, tendrá que pedírselo a alguien. Nosotros, como vecinos, como personas, somos sensibles a esa situación. Si tengo para ayudar a un vecino, lo voy a hacer. Mientras lo tenga, claro. Por eso, hemos hecho la petición de ayuda a otras personas. Cualquier aportación es bienvenida, no se trata de una aportación periódica o una aportación de una cantidad mínima. Se trata de ayudar a personas como las de ayer. Una familia con dos niños menores de dos años que no tiene ropa. Otra familia con dos adolescentes y un único ingreso mensual correspondiente a la prestación de desempleo a tiempo parcial por 200 euros. Tienen que pagar un alquiler de 400 euros, tienen que comer, vestirse y moverse en transporte. Son situaciones imposibles.
-Cómo es el perfil de demandante, corresponde a personas que nunca antes se han visto abocadas a solicitar ayuda?
-Eso no lo sé exactamente. Nosotros procuramos actuar para ayudar, no diagnosticamos situaciones sociales. No necesitamos conocer todas sus circunstancias vitales, solamente la necesidad extrema económica que tienen ahora y saber que ya se han puesto en contacto con las instituciones y que esa ayuda no la han recibido. Eso se suficiente para que nos pongamos en marcha y activemos los mecanismos de ayuda de los que disponemos, que son limitadísimos. Ahora bien, pienso que en la mayoría de los casos son personas que quizás nunca han tenido que pedir ayuda de alimentos o ayuda para ropa pero, por su perfil socioeconómico, son vulnerables. Son familias monoparentales o personas con escasa formación que normalmente no tiene una actividad económica constante sino que trabaja con períodos de desempleo. Población inmigrante, sin documentación, sin permiso de trabajo que antes se buscaba la vida en la economía informal. Los sectores más vulnerables que precisan de políticas activas para poder salir de ese perfil.
-¿Cómo gestiona sus recursos la Red de Apoyo Comunitario para garantizar la máxima transparencia?
-La transparencia intentamos mantenerla, no es fácil porque al mismo tiempo no queremos ofrecer ningún tipo de dato públicamente a aquellas personas a las que ayudamos. De hecho ni siquiera en la red. Cuando yo contacto personalmente con alguna familia que tiene una necesidad, ningún otro miembro de la red conoce los datos salvo la persona que va a gestionar la ayuda. La técnico del SAAIM, de la asociación sociocultural Entre Mares, ofrece la cobertura para gestionar la ayuda, comprobar la documentación. La cuenta corriente en la que se ingresa el dinero es la de Entre Mares. Nosotros, periódicamente, a través de la Red publicamos cuáles son las ayudas que se han ofrecido en ese periodo de tiempo. Suelen ser ayudas de muy escasa cuantía. Vivimos de donaciones personales y a veces, como ahora, lanzamos ese SOS.
-De forma paralela, ¿instan a las instituciones a atender a los casos más urgentes?
-Lo hacemos cuando tenemos la ocasión pero la ocasión no aparece con tanta facilidad. Nosotros pedimos a las instituciones que se establezca una especie de hilo directo para que, cuando sectores de la sociedad civil detectan una situación que está pasando, poder dar traslado a la administración y que pueda reaccionar. Sin embargo, es cierto que las administraciones no son muy receptivas a esa petición; sus motivos tendrán, imagino. Nuestro problema es intentar solventar el problema de la gente que lo está pasando muy mal ahora, en este momento. No es fácil hablar con el consejero de servicios sociales, no es fácil hablar con los concejales responsables de servicios sociales. Esa es mi experiencia. Ojalá fuera así, pero no es así.
-Ustedes se constituyeron en Red de Apoyo Comunitario a principios de año, ¿qué balance hacen de este tiempo?
-Iniciamos nuestra actividad cuando se activó la ruta canaria de inmigración y ahora mismo nos ocupamos de cualquier persona con independencia de su condición social. Somos un grupo reducido, cada persona se implica lo que puede. El balance por parte del grupo está por hacer pero en general solemos tener los problemas comunes al resto de grupos que pretende asociarse. No pretendemos ser una asociación, somos la comunidad en acción. Lo que nos preocupa es extender una cultura comunitaria que es imprescindible para la supervivencia. La comunidad es imprescindible para gestionar bien la vida de las personas. Nos va a permitir vivir como personas y no como números en una gran ciudad que presumirá de ser muy grande pero con personas pequeñas.
-¿Cómo se puede colaborar con la Red?
-Para integrarse, solo pedimos una cosa: una manifestación de voluntad de que se van a respetar las normas básica que tenemos. No es una asociación de carácter político ni ideológico, por lo tanto lo básico es tener la voluntad de ayudar. Se firma un compromiso que está on line y se incluye el correo electrónico y se da de alta en el grupo de whatsapp. Cada uno decide su nivel de implicación, el grado de compromiso que quiera tener. Quienes quieran colaborar con una aportación pueden hacerlo realizando su donación a través de la cuenta de la asociación sociocultural ENTREMARES: IBAN ES58 2100 1512 2402 0044 1448 (CAIXABANK), con el concepto: DONACIÓN ALIMENTOS.