El Cabildo de Fuerteventura, de la mano del el consejero de Cultura, Rayco León, ha recibido la obra escultórica Cabra al viento, un encargo al escultor majorero Juan Miguel Cubas, sin que haya trascendido aún donde se expondrá la pieza.
La escultura, de ocho metros de altura, y elaborada con innumerables placas de acero cortén, realza la imagen de la cabra como raza autóctona, significando la importancia que ha tenido este animal en la supervivencia de los majoreros y majoreras en una isla semidesértica y con condiciones atmosféricas extremas.
La ubicación final de la obra, previsiblemente en un espacio público, será también un acontecimiento, pues dadas sus enormes dimensiones, supondrá un elemento muy llamativo, visible desde la distancia, allí donde se ubique.
La Consejería de Cultura encargó la obra a este importante artista majorero, que trabajó durante años para obtener como resultado una obra de grandes dimensiones que simboliza la cultura e identidad majoreras.
En palabras del consejero de Cultura, Rayco León, "es un honor contar con una obra de un artista de la trayectoria de Juan Miguel Cubas, escultor majorero de reconocido prestigio, cuyas piezas forman parte de rincones de todo el territorio insular y han sido expuestas también a nivel nacional e internacional".
Con ocho metros de altura, Juan Miguel Cubas ha utilizado para su elaboración materiales resistentes a la climatología de la Isla y que aguanten a la vez la oxidación, como el acero cortén.
El artista Juan Miguell Cubas, soldando la escultura.
Juan Miguel Cubas
De vocación autodidacta, Juan Miguel Cubas (1969) comenzó con quince años a dibujar óleos con paisajes de la Isla y a practicar la soldadura en metal. Con treinta años se inicia en el mundo de la escultura y poco a poco sus obras fueron instalándose en todo el territorio insular, con esculturas como ‘Homenaje al pastor’, ‘Homenaje a la Lucha Canaria’, ‘Homenaje a la Mujer del Campo’, ‘El Timple’ o la obra monumental dedicada al peregrinaje, junto al escultor Amancio González. Su obra ha traspasado fronteras, con una pieza para el museo de granito de Saint Michel de Montjoie o la realización de obras escultóricas para la ciudad francesa de La Garde, además de participar en simposios en Normandía y Chipre.