El Museo Arqueológico de Fuerteventura acoge la exposición 'La búsqueda de caras ancestrales', un proyecto de la artista visual Francesca Philips, en que se reconstruyen cincuenta rostros de aborígenes canarios y se enfrentan a otros tantos retratos de canarios y canarias del siglo XXI, que tiene por objetivo proporcionar una imagen más completa del patrimonio de las islas Canarias, y establecer una conexión entre los antiguos canarios y los actuales habitantes de las islas.
La historiadora del arte majorera María Castañeyra ha tenido un papel fundamental en el proyecto, al ser la autora de la reconstrucción de los rostros de los cincuenta aborígenes a partir de cráneos fechados entre los siglos de los siglos VI y XV, un trabajo que ha realizado en los últimos años durante su estancia en la Universidad John Moore de Liverpool.
De estos cráneos, Castañeyra obtiene conclusiones, como por ejemplo que los aborígenes estudiados compartían rasgos como la mandíbula cuadrada, nariz ancha y predominio de pliegue epicántico, un pliegue del párpado superior que cubre la esquina interna del ojo y que es característico de poblaciones asiáticas. Asimismo, se constata la prevalencia de orejas adherentes (sin lóbulo separado) en un 83% de los sujetos examinados.
Durante una entrevista en Cope Fuerteventura, Castañeyra aclara un mito que ha llegado hasta día de hoy, el de que los aborígenes eran rubios de ojos claros. "A nivel de ADN, no se ha encontrado a nadie con el pelo rubio ni los ojos azules. Son todos de ojos castaños y tez media, aunque eso no quiere decir que un día aparezcan". Al proceder esta descripción de las fuentes históricas, europeos que estuvieron en Canarias durante la conquista y que recogieron sus impresiones, la investigadora especula con la posibilidad de que tuvieran el pelo aclarado por el sol y el mar. "Algunas fuentes dicen que tenían ojos almendrados".
María Castañeyra es licenciada en Historia del Arte y doctorada en Antropología Física por la Universidad de La Laguna, investigadora en el Face Lab de la Universidad John Moores de Liverpool, gracias a una beca de la Fundación Canaria Doctor Manuel Morales de La Palma, y ha recibido el Premio Selwyn de la Royal Photographic Society de Londres, precisamente por su labor de reconstrucción de los rostros de aborígenes canarios.
De este trabajo, relata que "cuando te e enfrentas a un cráneo, intentas no pensar que estoy ante una determinada raza, sino ver simplemente él cráneo y cómo podía ser esa persona".
Entrevista completa a en el Facebook de Cope Fuerteventura: