El 44 por ciento de las personas han engordado durante el confinamiento sobre todo por falta de actividad física pero también por una inadecuada alimentación. De media ganamos entre 1 y 3 kilos de marzo a mayo, más aún quienes ya antes de la pandemia tenían sobre peso, el 60 por ciento de la población, según datos de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
En su último estudio publicado este miércoles alertan de que esta ganancia de peso ha sido desigual y mucho más importante no solo entre las personas obesas o con sobrepeso sino también en las familias más vulnerables, publica cope.es
Y es que según la SEEDO el 70 por ciento de las personas sin recursos ganaron peso durante el confinamiento algo que los expertos achacan a que los productos sanos son más caros que alimentos más calóricos y pobres nutricionalmente; al hecho de que en viviendas pequeñas es más complicado hacer deporte y también a la menor conciencia del negativo impacto que tiene ganar peso en nuestra salud.
También influye su forma de alimentarse que, en 7 de cada 10 hogares vulnerables, no es otra que el picoteo frente al 18 por ciento de media en el resto de familias.
También al alza en los meses de encierro en casa el consumo de alcohol y de productos industriales que pasan factura en la báscula unido a una actividad que solo aumentaron 2 de cada 10 españoles durante el confinamiento.
El objetivo ahora, según señala Francisco Tinahones al frente de SEEDO, es perder peso y hacerlo lo antes posible porque el sobrepeso y la obesidad que sufre el 20 por ciento de la población española daña nuestra salud.
Es según recordaban los expertos de esta entidad un factor de riesgo para contraer múltiples enfermedades como la diabetes o cáncer y empeora el pronóstico de quienes se contagian de COVID 19.
Por ello en esta sociedad científica consideran clave que junto a la protección con mascarilla e hidrogel incorporemos a nuestro esquema mental el cuidado y el control de peso.
Y todo porque aseguran ganar entre 1 y 3 kilos no es poco y puede ser acumulativo.
“El verano y las vacaciones son propicios al relajo y a abandonar los tratamientos, pero es crucial no seguir ganando peso y, al revés, tratar de reducirlo” concluye Susana Monereo secretaria de la SEEDO.