El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, no viajará finalmente con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a la cumbre bilateral de Marruecos del próximo 17 de diciembre, que será más limitada que en otras ocasiones debido a la pandemia del coronavirus, informa cope.es.
Aunque fuentes cercanas a Iglesias habían asegurado este lunes a EFE que el vicepresidente formaría parte de la delegación española que viajará a Rabat, fuentes de Moncloa han señalado que no está previsto que acuda al viaje. No obstante, sí formará parte de la delegación la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de Unidas Podemos.
Fuentes del Gobierno recuerdan que Iglesias es un miembro más del Ejecutivo y que, como tal, su presencia en las cumbres internacionales tiene que verse con absoluta normalidad. De hecho, el líder de Podemos ya ha estado presente en alguna otra cita, como la hispano-italiana que se celebró el mes pasado en Palma. Aunque la agenda de la cumbre está pendiente de cerrarse, lo previsible es que, como es habitual, haya reuniones bilaterales de cada ministro español con su correspondiente homólogo marroquí.
Por competencias, y a la espera de confirmación oficial, es previsible que Iglesias se reúna con la ministra de Solidaridad, de la Mujer, de la Familia y del Desarrollo Social, Jamila Moussali, del partido islamista PJD. Iglesias ha mantenido una posición controvertida sobre la situación del Sahara, y recientemente recordó en redes sociales que sigue pendiente el referéndum de autodeterminación en ese territorio.
Su coalición, Unidas Podemos, pidió en noviembre al Ejecutivo trabajar en Naciones Unidas para el cumplimiento de "la resolución 690 del Consejo de Seguridad de 1991 que mandata la organización de un referendo con el establecimiento de un calendario y un censo justo, así como fijar las garantías para su cumplimiento".
También solicitó que se mantuviese el alto el fuego "quebrado por Marruecos en el paso del Guerguerat", donde el mes pasado intervino el Ejército marroquí para desalojar a un grupo de manifestantes saharauis que llevaban tres semanas bloqueando esa franja de 5 kilómetros entre la aduana marroquí y la frontera mauritana.
Pese a esas posiciones, la ministra portavoz, María Jesús Montero, aseguró el pasado martes que Marruecos no ha trasladado al Gobierno "ningún tipo de malestar o lamento" por el pronunciamiento de Iglesias, sino "todo lo contrario".
El Gobierno español no descarta que el rey marroquí, Mohamed VI, reciba al presidente del Ejecutivo, un asunto que por el momento no consta en agenda. "Estamos abiertos a que podamos concitar y conciliar nuevas citas. Habrá o no audiencia en función de los tiempos cuando nos acerquemos y de la capacidad de ponerla en común, tanto Mohamed VI como el presidente del Gobierno", dijo Montero en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.
Según el Gobierno, el posible encuentro de Sánchez con el monarca alauí "nada tiene que ver con elementos ajenos a la propia reunión", en alusión al mensaje que el vicepresidente segundo expresó en las redes sociales en favor de un referéndum en el Sahara Occidental después de que el Frente Polisario declarara el fin del alto el fuego con Marruecos.
Sánchez y el presidente marroquí, Saadedín Otmani, se citarán en Rabat junto a varios de sus ministros con el aumento de la presión migratoria en Canarias como uno de los asuntos prioritarios, tras más de cinco años sin cumbre bilateral.
La última tuvo lugar en Madrid el 5 de junio de 2015, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, y el tiempo transcurrido desde entonces ha sido el más largo entre estas cumbres desde que se instauraron en 1993 bajo la Presidencia de Felipe González.