Todo preparado en Madrid para que sus ciudadanos puedan acudir a los centros de votación, en unas elecciones que están llamadas a ser un antes y un después en la política madrileña y también en la política a nivel nacional. Desde el momento en el Isabel Díaz Ayuso anunciase la convocatoria electoral el pasado 11 de marzo, todas las miradas de la crónica política en nuestro país se han centrado en Madrid, ya que para muchos estos comicios son una batalla entre dos bloques y modelos de gobernanza: el aplicado por Isabel Díaz Ayuso en Madrid y el de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España.
Según informa Javi García en cope.es, en estas elecciones se deberán tener en cuenta diferentes puntos que son importantes seguir la jornada y poder conocer cuáles son los posibles efectos que tenga el resultado que salga del escrutinio que empezará a partir de las 20:00 de la tarde y que será seguido por los diferentes líderes políticos en sus cuarteles generales.
La jornada estará marcada, como ocurrió el pasado 14 de febrero, por los protocolos de seguridad y las medidas anticovid que se pondrán en marcha en los colegios electorales. Además, será importante conocer los porcentajes de participación, que a pesar de que se espera que sean altos pueden verse afectados por el carácter laborable de la jornada en la que se celebran. Este hecho y la situación epidemiológica han sido clave para que la demanda de voto por correo haya crecido un 41% respecto a los comicios del pasado 2019.
En cuanto al plantel político, las diferentes formaciones llegan a esta cita después de una campaña marcada por la tensión y la crispación. Desde que el pasado 11 de marzo Isabel Díaz Ayuso disolviese la Asamblea de Madrid, los diferentes partidos políticos han ido fijando sus estrategias de campaña: marcadas en la izquierda por las críticas a la gestión de Ayuso y en la derecha por su discurso contra las políticas de Sánchez en Moncloa y la inmersión de Iglesias en la campaña madrileña.
En cuanto a Isabel Díaz Ayuso, las encuestas y todas las previsiones están de su lado, confiando así en conseguir el objetivo por el que decidió romper su pacto con Ciudadanos: conseguir una mayoría suficiente para poder gobernar con tranquilidad hasta el próximo año 2023.
Una de las consecuencias de esa ruptura ha sido la situación en Ciudadanos, partido que llega a estas elecciones en un momento de importante crisis interna y con las encuestas en contra, ya que muchas de ellas auguran que no conseguirá el 5% de los apoyos necesarios para poder tener representación en la Asamblea de Madrid. Por ello, su candidato Edmundo Bal ha defendido que su partido y su candidatura es la mejor opción para el votante que se quiere alejar de la crispación y el enfrentamiento entre bloques, llegando a definirse como un político neutro.
Por otro lado está Vox, cuya candidatura liderada por Rocío Monasterio está llamada a ser fundamental en un posible nuevo gobierno liderado por Isabel Díaz Ayuso. La formación de Santiago Abascal ha sido protagonista en muchos momentos de la campaña por hechos como su mitin en Vallecas, afectado por los episodios de violencia protagonizados por grupo de extrema izquierda, o por el choque que Monasterio mantuvo con Iglesias en el debate de la Cadena Ser y que acabó con el candidato de Unidas Podemos abandonando el estudio. Además, también está el asunto de las amenazas, respecto a las que Vox ha presentado una denuncia, pero ha pedido que se llegue hasta el final de la investigación para saber quiénes están verdaderamente detrás de estos ataques.
En el lado opuesto, el bloque de izquierdas, uno de los principales alicientes de esta jornada es saber el resultado que resultado conseguirá Pablo Iglesias, el líder de Unidas Podemos que dejó la política nacional para enfrentarse cara a cara a las políticas de Isabel Díaz Ayuso. Desde el momento en el que Iglesias aterrizó en Madrid, la palabra "fascismo" se coló en el debate político, siendo el hilo conductor en muchas ocasiones de sus discursos a los que se han sumado también formaciones como 'Más Madrid' y 'Partido Socialista'. Durante gran parte de la campaña, el candidato de la formación morada se ha dedicado a "alertar" de los peligros de un posible gobierno de centro-derecha en Madrid, llegando a señalar que una posible victoria de izquierdas en Madrid frenaría los ejemplos de amenazas que él mismo ha recibido en las últimas jornadas, amenazas que también ha sufrido Ayuso y a las que no ha querido dar mayor importancia.
Por otro lado esta 'Más Madrid', la candidatura de Mónica García que desde el primer momento mostró su rechazo a ir en una lista conjunta con Iglesias y que tiene por delante el reto de dar el sorpaso al Partido Socialista, rumor que ha ido cogiendo fuerza en las últimas semanas debido a las malas previsiones que han ido llegando a la calle Ferraz.
Por último, respecto al Partido Socialista, el discurso de Ángel Gabilondo ha tenido diferentes enfoques durante estas últimas semanas. Del 'Con este Iglesias, no' a 'Pablo, tenemos 12 días para poder gobernar'. Este cambio de tendencia se produce porque las expectativas de su equipo de campaña, orquestado desde Moncloa por Iván Redondo, no son nada buenas. Los socialistas no han conseguido atraer el voto descontento de Ciudadanos, que se ha marchado mayoritariamente al Partido Popular, y esa sensación se ha hecho visible con el papel que ha jugado Sánchez durante la campaña: teniendo un papel casi protagonista al principio a pasar totalmente desapercibido en esta recta final hasta el acto de cierre de campaña.
Con todos estos alicientes, en Madrid da comienzo a una jornada electoral clave y que atraerá las miradas de todo el país, ya que su resultado marcará la agenda política de nuestro país en los próximos días marcados también a nivel nacional por el final del estado de alarma el próximo 9 de mayo.