El Gobierno reconoce que la Seguridad Social no tenía capacidad suficiente para poner en marcha el ingreso mínimo vital que el Ejecutivo vendió en mayo como una de las medidas para hacer frente a la crisis económica derivada de la pandemia del coronavirus. Así lo ha asegurado este miércoles el ministro de seguridad Social, Jose Luis Escrivá, que también reconoce que la plantilla está desbordada en la información recogida por cope.es
De los más de 900.00 expedientes sólo se han 330.000 a cierre de septiembre. La mitad de ellos, además, están pendientes de revisión. El Ministro Escrivá ha reconocido en el Congreso su incapacidad, desde un principio, para tramitar la prestación estrella del Gobierno. “Éramos conscientes de que teníamos que abordar esa enorme dimensión de peticiones potenciales con las oficinas cerradas, con la apertura progresiva y un personal muy limitado”, ha dicho.
Una ayuda que se unía a otras muchas que ya colapsaban la administración: “Teníamos que abordar esta prestación nueva más la incapacidad temporal, los ERTEs, autónomos, es decir se une a un conjunto nuevo de prestaciones”, asegura. Este martes, la Secretaría de Estado de Seguridad Social y Pensiones ha reconocido que el simulador virtual del IMV y el teléfono de información presentan carencias de accesibilidad universal para ser utilizados por todas las personas con discapacidad, aunque ha atribuido estas carencias a la “premura” con la que tuvo que implantarse el IMV.
Actualmente, cobran el Ingreso Mínimo Vital 90.000 hogares y la mayoría se han traspasado de manera automática desde la prestación por hijo a cargo.
La Seguridad Social abordará una segunda fase en la concesión del IMV a partir de enero, cuando se quiere establecer nuevos canales con ayuntamientos, entidades sociales y ONG para poder "acercarse y detectar a más posibles beneficiarios", ha dicho. Ahí podrían entrar esos 300.000 hogares a los que no se habría podido llegar en esta primera fase.
LA PROMESA DE IGLESIAS
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, aseguró en mayo que el ingreso mínimo vital se cobraría "desde el mismo día de su aprobación". Algo que, está claro, no se ha cumplido meses después mientras muchas familias siguen necesitando de forma urgente esa ayuda que no llega.
