El Cabildo, por medio de la consejería de Deportes y Caza, mantiene el programa “No Olvides Lo Nuestro”, con el que, año a año, persiste en la recuperación, mantenimiento y desarrollo de los juegos y deportes tradicionales. En esa línea de actuación, el Parque Gavia Los Hormiga (Puerto del Rosario) acogió recientemente nuevos talleres de pelotamano, dentro de los actos conmemorativos del Día de Canarias. Programados por el C.D. Herbania, los participantes pudieron conocer los entresijos y particularidades de dicha práctica, que históricamente llegó a ser muy popular, decayendo hasta su total desaparición en el siglo pasado.
El consejero Claudio Gutiérrez destacó que, pese a las limitaciones que impone la situación de pandemia, "es muy importante continuar con esta línea de rescate, enseñanza, promoción y difusión, que se realiza en coordinación con ayuntamientos, colectivos sociales y otras instituciones. Así, las y los aficionados participan en diversos actos de interés social que permiten velar y promover entre nuestra población nuestros juegos y deportes tradicionales".
La pelotamano es un juego tradicional canario basado en golpear con la mano una pelota pequeña y maciza de cuero. Consiste, a grandes rasgos, en intentar devolver una pequeña pelota maciza de cuero, con un diámetro de entre 45 y 47 mm. y un peso de alrededor de 50 gramos, cuando es lanzada por el equipo contrario, antes de que dé dos botes en el suelo, golpeándola con la palma de la mano o, en su caso, parándola con la mano o el pie para que no siga su curso. La pelota está compuesta de un núcleo de tiras de goma recubierto de hilo de lana y, finalmente, forrada de dos piezas de cordobán (cuero de cabra curtido).
En esta actividad participan dos equipos de cinco jugadores cada uno, aunque, de forma menos habitual, pueden estar constituidos por 4 ó 6 jugadores, y en un espacio que tiene unas dimensiones de 8-9 pasos de ancho y 60-70 pasos de largo. Un elemento característico del juego es el 'bote', especie de banqueta o atril construido de madera, con tres o cuatro patas, que consta de una parte fija con un eje vertical que permite la opción de regulación de la altura y, en la parte superior de este eje, va colocada una loseta de barro de unos 20 cm. de lado, cuya inclinación puede ser regulada a voluntad. Sobre esta loseta se lanza la pelota haciéndola rebotar, antes del golpeo de saque, con la misma mano con la que será puesta en juego. El bote se coloca en la dirección contraria a la del viento.