Los niños "perdidos" de Ucrania continúan en el país a la espera de viajar a Fuerteventura
La asociación de ucranianos residentes en la isla que organizó los primeros viajes se encuentra a la espera de concretar el alojamiento en albergues que habría ofrecido el Cabildo, y de completar los trámites para trasladar otros 28 menores. Natalya Karpukhina y su abogado cargaron ayer duramente contra la información difundida, señalando a la directora general de Protección a la Infancia del Gobierno de Canarias por presionarles para tratar de impedir los traslados sin su consentimiento
Ninguna fuente ni autoridad ha sido capaz de concretar si los niños procedentes de Ucrania supuestamente perdidos han pisado suelo español. Natalya Karpukhina, la vecina ucraniana residente en Fuerteventura que sí ha organizado el traslado a la isla de un total de 28 menores, en tres viajes en avión desde el 11 de marzo, compareció ayer ante los medios de comunicación junto a su abogado, José Ramón González, para aclarar los hechos. Negó ser la organizadora de ese supuesto viaje, y el abogado tachó de "difamación" al medio que publicó la primera información, El País, además de señalar a la directora general de Protección a la Infancia del Gobierno de Canarias, Iratxe Serrano, por "presiones", por "crear alarma social", y por una posible "denuncia falsa".
"La única historia que tiene un cierta narrativa es la de la directora general que sale del Gobierno de Canarias, porque el delegado del Gobierno en Andalucía ha dicho que se desconoce si hay niños o no hay niños y, la policía no ha dicho absolutamente nada. Ni siquiera se ha molestado en preguntar", explicó el abogado. Por ello, entiende, "debería ser esa persona quien dé las explicaciones", "ante los medios de comunicación", o incluso "en el Parlamento de Canarias".
Sobre las supuestas presiones, continuó José Ramón González, "Natalya me advirtió que la directora general la había llamado antes de publicarse la noticia. No fue de buenas maneras, para preguntar, sino para decirle que ni se le ocurriera seguir trayendo niños. Incluso sabemos que habría presionado a otras administraciones para que tampoco presten ayuda. No sé si a lo mejor le molesta que el Ayuntamiento de La Oliva haya hecho más que el Gobierno de Canarias por ayudar, y ella no ha podido atribuirse nada. Crear esta alarma social, desde su posición, es algo muy grave", considera el abogado.
El Ayuntamiento de La Oliva fue la institución que colaboró en el primer traslado, acogiendo hasta día de hoy a los niños y a sus acompañantes en el Albergue de El Cohombrillo, en la localidad de Lajares, y ayudando a tramitar toda la documentación, agradeciendo por ello Karpukhina el papel de la alcaldesa en el municipio, Pilar González.
Los 28 menores están escolarizados, acompañados de adultos las veinticuatro horas del día, tienen atención médica y cuentan con todos los papeles en regla, aseguraron, y todos los trámites para traer a estos tres grupos se han llevado a cabo a través de la Delegación de Gobierno. "Estamos en 2022, no se puede coger un avión sin papeles", dijo Karpukhina, detallando que cuentan con poderes notariales para la tutela de los menores, documentación tramitada con la policía en Ucrania, y los trámites de Extranjería exigidos en España.
Por lo tanto, no entienden la información difundida sobre la búsqueda de entre 30 y 40 menores, cuyo traslado se les atribuye, y que supuestamente estaban a la espera de embarcar hacia Canarias desde Huelva. "Todos nuestros viajes los organizamos por avión", y adelantaron que continuarán haciéndolo así.
"Ahora tengo tres grupos diferentes, de 10, 13 y 15 niños, esperando que el Gobierno me dé el acuerdo para poder traerlos aquí. Falta la respuesta del Ministerio. De momento, todos están en Ucrania", indicó Natalya Karpukhina. También faltaría resolver su alojamiento, pues el Ayuntamiento de La Oliva no cuenta con más espacio, y el Ayuntamiento de Puerto del Rosario tampoco pudo ofrecerles ayuda. Sería entonces el Cabildo de Fuerteventura, tras reunirse con ellos días atrás, quien les habría ofrecido la posibilidad de acoger a estos grupos en dos albergues de la institución, según relató la vecina ucraniana.
Durante su comparecencia, Natalya Karpukhina mostró los papeles de la asociación llamada Leleka -que significa cigüeña en Ucraniano– que ya estaría constituida legalmente para continuar ayudando a sus compatriotas a salir del país. Ella misma se ocupó de pagar los billetes de avión de los primeros traslados, a la espera de que el Ayuntamiento de La Oliva les reintegre ese dinero. También por este motivo, para conseguir fondos, han constituido este colectivo que defienden como "sin ánimo de lucro".
Tras trabajar en su escuela de surf a través de campamentos de verano con hasta 350 menores de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, desde 2014 a 2019, defendió Karpukhina que "yo tengo experiencia en trabajar con niños", y que esa sería su aportación "para ayudar a mi país. En Ucrania, todo el mundo ayuda en lo que puede. Los hombres en la guerra, las mujeres que son doctores también, los cocineros cocinando para los militares. Y yo aquí con mis amigos, con mi equipo que ha venido desde Járkov y desde Kiev". Aunque reconoció que toda esta situación ha sido "complicada", y que la ha vivido "estresada", aseguró que seguirá adelante: "no me van a parar".