Incompetencia nivel dios
No se pagan los ERTES a tiempo, el porcentaje de los que han cobrado el INGRESO MINIMO VITAL es ínfimo, les suben las cuotas a los autónomos cuando peor lo están pasando, nos mienten con el famoso COMITÉ DE EXPERTOS, nos ocultan el destino vacacional del EMERITO, pactan los presupuestos con los enemigos de la constitución, mienten con las visitas provenientes del estado bolivariano, nos engañan con el número de ciudadanos muertos como consecuencia del virus, delegan competencias sanitarias a las comunidades autónomas por cobardía, someten a la economía patria a los designios de descerebrados políticos con aires de grandeza habitacional y para colmo, nos inducen a pensar que las personas más cercanas a nosotros, los allegados, sin ser familiares, contagian más que cuñados a los que solo vemos una vez al año.
A groso modo esta es una radiografía de como gestionan el país los partidos en el poder, en la peor crisis sanitaria y económica que hemos sufrido en este país llamado España.
Lo de los picapiedra no tiene nombre y los malos somos otros.
Mientras los países de nuestro entorno toman medidas más drásticas que las nuestras, apoyando eso si a los ciudadanos y empresarios con ayudas de todo tipo, en España nos cierran los negocios dejando a miles de ciudadanos en la calle, sin otro futuro que esperar a que una vacuna nos cure el virus, que no nuestra situación económica.
Cuando en el mundo la gente se están muriendo por miles, en España las discusiones son si vamos a ser seis, siete, o diez en una cena, si tenemos que llegar a casa a las doce o a la una y media de la madrugada, si la multa, a los que incumplen la ley, es de cinco mil o seis mil o lo que sea, si no podemos salir de nuestra provincia o si para viajar nos tenemos que hacer las pruebas pertinentes.
Nunca un gobierno ha estado mas perdido ni tan mal gestionado como el que, desgraciadamente, nos ha tocado a los españolitos de a pie.
Nunca un gobierno de un país ha desgobernado de una forma tan lamentable e incompetente una crisis como esta, con mentiras, engaños, falsedades y otras lindezas que mi educación me impide nombrar.
Si a un ciudadano le pillan con un kilo de cocaína, le meten en la cárcel por un delito contra la salud pública, por promover el consumo de sustancias nocivas para la salud, de las que obtiene un beneficio económico indudable.
Si un ciudadano organiza una fiesta ilegal, en la que se incumplen todos los protocolos establecidos para evitar la propagación del virus, es decir, se atenta contra la salud de los ciudadanos, lo único que se le ocurre a esta banda de iluminados es tirarles de las orejas y ponerles una multa. Visto el importe de la misma y lo que se recauda en esas fiestas, traficar con el virus sale muy rentable.
Yo pregunto en mi ignorancia, si fomentar el consumo de drogas se castiga con penas de cárcel, ¿por qué organizar este tipo de saraos no se penaliza con lo mismo? ¿Acaso no están atentando contra la salud publica?
Estoy convencido que si al primero que pillan haciendo fiestas ilegales le meten en la cárcel, además de cerrarle el chiringuito para siempre, el ejemplo sería mucho más efectivo que la multa económica.
Todavía hay personajes que no se han dado cuenta de que esto no es algo trivial, todavía hay sujetos que hacen de las desgracias un negocio.
Es cierto que los ciudadanos tienen mucha parte de culpa, que todavía no son conscientes de lo que el virus ha supuesto y supondrá a todos los niveles, no solamente el sanitario.
Los jóvenes y no tan jóvenes, reclaman su derecho a divertirse, pero no se han dado cuenta de que el derecho a vivir esta infinitamente por encima de las copas y las fiestas.
Contra esa inconsciencia ciudadana debería estar el estado de derecho, el único que podría poner en orden ese desequilibrio.
Pero claro, viendo lo que nuestros gobernantes hacen, resulta una quimera pensar que esto tiene solución.
Para lo único que ha servido la pandemia es para dejar bien claro, por si alguno tenía dudas, que jamás en España ha habido y creo que habrá, una clase política más incompetente, mas nefasta y, consecuentemente, más dañina para los intereses de los ciudadanos.
Todo esto daría para muchas líneas de reflexión, pero al final, por mucho que escribamos, llegaran las elecciones próximas y, como ya decía Gustavo Adolfo Bécquer, “Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar”, es decir, los que ahora son incapaces de gobernar volverán a ser elegidos para la gloria, eso sí, votados legítimamente por los que ahora nos quejamos.