Más de 120 inmigrantes esperan su traslado hacinados en el albergue provisional en Lanzarote
Más de 120 personas migrantes en situación irregular esperan ser trasladados a otras comunidades autónomas en los próximos días mientras permanecen hacinados en el albergue provisional para personas sin hogar habilitado hace más de un año por el Cabildo de Lanzarote en la Ciudad Deportiva.
La llegada, en solo 3 días, de 7 pateras -4 durante el fin de semana y otras 3 este pasado lunes- ha hecho que los recursos de Servicios Sociales se colapsen y finalmente también ha terminado provocando el desalojo de las personas sin techo, unas 60 aproximadamente a las que, de forma temporal, comenzó a acoger el Cabildo en las instalaciones de la UD Lanzarote en abril de 2020, con motivo del inicio de la pandemia. Este martes hasta seis vehículos de la Policía Nacional con sus respectivos agentes están apostados frente a este albergue, en Arrecife, para garantizar la seguridad. En el interior, trabajadores de varias ONGs aseguran que hacen todo lo posible para que los recién llegados se encuentren en condiciones dignas, pero confiesan que ni hay recursos ni hay espacio para tantas personas.
Tras 72 horas como plazo máximo de estancia en el país, un juez deberá plasmar su firma en los distintos expedientes de repatriación o bien derivación que a partir de ahora deben organizarse. En ese sentido, desde el Gobierno de Canarias se ha dejado claro que se sigue confiando en la buena fe y la solidaridad del resto de comunidades autónomas, que están llamadas a hacerse cargo de los 2.700 menores extranjeros y los más de 7.000 inmigrantes adultos que ahora mismo siguen en las Islas tras arribar y que todavía permanecen en el país de forma irregular.
Con las naves de Argana Alta, en Arrecife, y de Playa Honda, en San Bartolomé, fuera del circuito estas semanas, tras ser remolcados hasta el muelle comercial de Arrecife paulatinamente una vez alcanzaron costas como las de La Graciosa o Famara, la Policía Nacional se ha encargado de trasladar a la centena de inmigrantes hasta la Ciudad Deportiva, de la que el Cabildo decidió sacar a las personas sin hogar para derivarlas al Centro de Atención al Drogodependientes (CAD), en Zonzamas. Fue un desalojo poco elegante, sorpresivo para estas personas sin techo, y que se llevó a cabo a la una de la madrugada de este lunes y sin cámaras.
Ante estas acciones, tras las protestas de partidos de la oposición como el Grupo Nacionalista (CC-PNC) y Lanzarote en Pie (LEP)-Sí Podemos, de momento el Gobierno insular que preside la socialista María Dolores Corujo se ha limitado a repetir que ni Lanzarote ni Canarias disponen de los recursos ni los espacios necesarios para albergar a quienes se embarcan en una patera y atraviesan este trozo de océano en busca de una vida mejor. Lo saben bien en el pueblo de La Santa, En Tinajo, cuyo albergue juvenil lleva siendo utilizado como centro de acogida de inmigrantes desde hace ya más de dos años, o en los emplazamientos de las casas de Arrecife y Yaiza, donde el Cabildo dispone de unas pocas plazas para poder dar un mínimo cobijo a estos migrantes.
Desde el encontronazo entre España y Marruecos por la acogida en nuestro país del líder del Frente Polisario y representante de la RASD, Brahim Gali, cuyo riesgo de fuga ha sido descartado este martes por el juez, que le ha dejado en libertad, el aluvión en la llegada de inmigrantes no solo ha afectado a Ceuta. A pesar de que es consciente de que Canarias atraviesa por su enésima crisis migratoria, de momento el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, no ha tenido a bien visitar todavía las Islas, como sí hizo pocas horas después de la llegada de 5.000 migrantes a la Ciudad Autónoma.
En relación a estos temas de la inmigración irregular y el colectivo de las personas sin hogar, cabe destacar que la pandemia ha agravado la situación de pobreza en Canarias (que ya afectaba de manera severa a un 29% de personas en 2019) y ha disparado las peticiones de ayuda a Cáritas en un 85%. Así se ha constatado en la memoria institucional de la ONG presentada este martes en la sede de Las Palmas de Gran Canaria por el Obispo de la Diócesis de Canarias, Monseñor José Mazuelos, el director de Cáritas Diocesana de Canarias, Gonzalo Marrero y la secretaria general de la organización, Caya Suárez.
En el informe se recoge que desde la declaración del estado de alarma y el confinamiento se incrementó el número de solicitudes. En total, durante 2020, Cáritas dio respuesta a un total de 14.623 hogares, lo que repercutió en más de 45.000 personas que participaron en diferentes procesos de desarrollo personal o comunitario. El dato más llamativo es que cuatro de cada diez personas acudieron a Cáritas por primera vez.
El número de atenciones realizadas a lo largo de 2020 supuso un incremento del 82,9% de los hogares atendidos con respecto a 2019 (año en el que fueron atendidos 7.995 hogares). "Se trata del mayor número de atenciones en el último quinquenio", recoge el documento.