La Peña de La Amistad, 50 años fomentando el deporte y el encuentro social
El presidente honorífico del club, Emilio Sarabia, rememora los inicios de un club que ha sido punto de encuentro de la sociedad de Puerto del Rosario e impulsor del deporte desde 1972 hasta ahora. Junto al secretario de la directiva actual, Carlos Romero, Crónicas de Fuerteventura repasa la historia de una entidad clave para la sociedad majorera durante medio siglo
El Club Peña de La Amistad nació en el año 1972, fundado por el párroco de Puerto del Rosario de aquel entonces, don Manuel Sánchez González. La sociedad surgió en un momento en que había dos clubes en la capital de la isla, Herbania y Unión Puerto, que estaban enfrentados, y cuya rivalidad abrió la puerta a la aparición de La Peña de La Amistad, para ofrecer una alternativa como Club Deportivo, Recreativo y Cultural.
50 años después, La Peña ha iniciado los actos conmemorativos de este aniversario, por lo que Cope Fuerteventura reunió este lunes 14 de febrero a dos directivos de las etapas inicial y actual, Emilio Sarabia, presidente honorífico e impulsor histórico del club, y Carlos Romero, secretario de la entidad que en este momento preside José Ramón Peña.
"El Unión Puerto desapareció porque se quemó el club", rememora Emilio Sarabia. "Don Manuel Sánchez fundó La Peña de la Amistad. Iba por las casas buscando socios, y yo me hice también". Desde entonces, don Emilio cuenta con el número de socio 49, y permaneció ligado al club hasta 1982, año en que asumió la presidencia hasta 1994. Regresó en una segunda etapa, entre 2003 y 2007, para rescatar a la sociedad "porque estaba abandonada".
El cura don Manuel, añade Carlos Romero, era victorista, del Real Club Victoria, una de las sociedades que dieron lugar a la fundación de la Unión Deportiva Las Palmas, y "es por eso que coinciden los colores", así como la afición por el club amarillo se congrega, todavía a día de hoy, para seguir los partidos del club amarillo en La Peña.
Recuerda don Emilio cómo acabó encabezando el club como tercer presidente, porque "don Manuel se había marchado a Sevilla", y el cura que le sucedió, Paco Suárez, estaba ya en Lanzarote, de modo que "yo hacía de presidente aunque no tenía el cargo". La labor de Emilio Sarabia se plasmó en dos grandes hitos, rescatar el club que había secuestrado el encargado de la cantina, y conseguir una sede propia para la sociedad. Francisco Suárez, le había ofrecido 600.000 pesetas al encargado para que dejara la cantina. Pero no quiso el dinero, y finalmente se recuperó tras ganar el juicio el club.
A partir de 1982, Emilio Sarabia asumió su segundo gran reto, conseguir que la sede fuera de los socios. "Me propuse llevar los equipos de fútbol y comprar el club", que en aquella época pagaba 25.000 pesetas anuales por el alquiler de la sede. "Yo quería que La Peña tuviera una propiedad, y tuve que negociar con el Obispado de Canarias", cuyo representante pedía 900.000 pesetas, lo que en aquella época "era mucho dinero". Sarabia consiguió reunir 600.000 pesetas con las aportaciones propias y de los socios –"al principio conseguimos 300 socios"- y las otras 300.000 se pagaron a plazos. Fue así como La Peña consiguió el local, situado en el número 29 de la calle Fernández Castañeyra, en el mismo lugar donde la sociedad continúa desarrollando su actividad a día de hoy.
La Peña de La Amistad ha sido lugar de encuentro, reunión y diversión para los vecinos y vecinas de Puerto del Rosario durante 50 años. Emilio Sarabia explica cómo creo las fiestas de los socios. "Yo me adelanté, porque el Herbania no tenía fiesta de los socios, y acabaron haciendo lo mismo". Recuerda la problemática con la llegada de la Legión a la capital, porque "la juventud del pueblo venía al club a bailar y divertirse, y como estaban picados, cuando aparecieron los legionarios los chicos tuvieron que salir corriendo con la ventana".
También es parte de la historia del club la propia tienda que regentaba Emilio Sarabia en la calle Primero de Mayo, que llamaban La Moncloa, porque se congregaban allí políticos, deportistas, y todo tipo de representantes de la sociedad majorera, para debatir la actualidad de la época. Incluso llegaron a pasar los jugadores míticos de la Unión Deportiva Las Palmas, como Germán, Guedes o Tonono.
"Son muchos años, muchos sacrificios", los que hicieron falta para sacar el club adelante. "Se hacían cursos y conferencias para las Fiestas del Rosario, y se fomentaban los deportes", como el palo canario, la bola canaria, el tenis de mesa o el fútbol. Son memorables también las competiciones de baraja y otros juegos. Eso sí, alguna vez hubo que intervenir, porque algunos se dedicaron a apostar dinero real, y eso hubo que cortarlo de raíz.
Carlos Romero, como miembro de la actual directiva, señala que La Peña de La Amistad ha continuado con los mismos principios que hace 50 años. En su caso, "yo llegué a Fuerteventura hace 36 y años, y como son las relaciones humanas que funcionan por familias, pues me hice socio". El club ha continuado apostando fuertemente por el deporte, y está actualmente muy centrado "en fomentar el deporte base", contando con equipos en distintas categorías, y con miembros del club que se encargan de esta formación de manera desinteresada.
Además, es la intención de La Peña dar cada vez más protagonismo a las mujeres, algo que sin duda se ha conseguido con el ascenso esta temporada del equipo sénior femenino de fútbol a la categoría equivalente a la Tercera División, la División Reto Iberdrola. "Antes estábamos en la liga interinsular, ahora se compite a nivel de toda Canarias", detalla Romero.
El secretario del club explica que a lo largo de este 2022 se desarrollará un programa de actos conmemorativos, "que iremos detallando a medida que se concreten", pero que, en todo caso, tendrán como protagonistas a los socios. En estos 50 años de historia, son más de 1.000 personas las que se han asociado, "y nos gustaría que los hijos de los socios que ya no están puedan seguir también en el club".
Entrevista completa en Cope Fuerteventura: https://fb.watch/bf8R-vGUoP/