EL TELETRABAJO ESTÁ HUNDIENDO AUN MÁS AL SECTOR DE LA RESTAURACIÓN

"Antes servíamos 40 o 50 cafés, ahora no llega a 20"

El estado de alarma decretado por el Gobierno de España el pasado 14 de marzo, trajo consigo la adopción de una nueva modalidad de relación laboral entre el empleado y el empleador. El teletrabajo se extendió en la gran mayoría de empresas quienes a través de las diferentes herramientas digitales lograron que la tarea diaria del trabajador no se viera mermada por el confinamiento.

Hoy en día, el trabajo en casa se ha visto como una oportunidad por parte de muchas empresas para reducir costes y por tanto optimizar resultados, tanto así; que el Gobierno de la Nación trabaja en un Anteproyecto de Ley para darte seguridad jurídica, esta nueva legislación está siendo muy discutida por los agentes sociales y económicos que la ven poco consensuada y muy rígida, sin embargo el recorrido de la normativa todavía está en fase preliminar.

Independientemente de la controversia que está generando en el seno de la negociación colectiva, el teletrabajo o trabajo a distancia produce un efecto pernicioso en bares, cafeterías y restaurantes debido al cambio de hábitos del trabajador que prefiere desayunar o tomar el café de la mañana en casa antes de acudir a uno de estos establecimientos.

Así el Presidente de la Asociación de bares, cafeterías y restaurantes de Las Palmas de Gran Canaria, Fermín Sánchez reconoce en la información recogida por Cope Canarias que el teletrabajo esta generando una situación desconocida hasta el momento “es una piedrita más en el camino de la recuperación en el negocio, sobre todo en la hora de la mañana con la pérdida de los ingresos de los desyunos o el café pero también a la hora de almorzar, muchos trabajadores comían el menú diario y este también se ha ido perdiendo.” La pérdida de ingresos ha generado que muchos restauradores se hayan tenido que reinventar a través del sistema de delivery o reparto de comida a domicilio, sin embargo “esta actividad no compensa las pérdidas de los establecimientos” advierte Sánchez.

El hecho de que el Gobierno esté formalizando una Ley del Teletrabajo preocupa muchísimo a los empresarios del sector porque consideran que este sistema se implantará en un gran número de empresas “el trabajo a distancia ha venido para quedarse, lo cual es un problema para los restauradores” añade Sánchez, quien no se atreve a decir que porcentaje de las pérdidas están generadas por el teletrabajo “con tantas restricciones es difícil conocer cuál es el impacto negativo del trabajo a distancia en los locales, sin embargo, sí se ve mucho menos movimiento que antes, y reconocemos que es achacable al teletrabajo

José Miguel López responsable del Bar, Restaurante Dos Hermanos de Ojos de Garza reconoce la bajada en la actividad “antes despachábamos muchos cafés y zumos de naranja; unos 40 o 50 al día y ahora el número es tan reducido que no llegan a 20”. El futuro no es muy halagüeño, sobre todo para este establecimiento que se surtía de clientes que trabajaban en el aeropuerto, sin embargo todavía se mantiene “por ahora no nos hemos planteado cerrar, aunque la situación es complicada, no obstante un nuevo confinamiento sería fatal para nosotros, lo que sí hemos detectado es más pedidos para llevar, esta ha sido nuestra salvación, pero no es comparable a los ingresos que generábamos antes.

Fran propietario de la churrería Montesdeoca también ha notado la bajada de actividad “la gente ya no sale a la calle a comprar churros como antes, ya no se ve al padre que sale con su hijo, el abuelo con el nieto, la gente se queda en su casa y no sé si es por temor o qué, pero la gente ya no se ve en la calle, el mes de junio no ha sido bueno, a pesar de que en ocasiones el local está lleno, no generamos ingresos como antes, todavía tengo en ERTE que me duele porque son empleados que llevan mucho tiempo con nosotros, pero a día de hoy no podemos recuperarlos.” Tampoco compensa el ahorro en el coste de materia prima que genera la falta de cliente, el empresario nos confiesa que los kilos de harina y masa “han bajado a la mitad” lo cual certifica el mal momento por el que pasa el sector.