Agricultura ecológica como recurso educativo y social
La Asociación de Asociación de Productores Agroecológicos Ecogavia está desarrollando un proyecto de Huertos Escolares en centros educativos, una iniciativa que está dando muy buenos resultados, ofreciendo una oportunidad de futuro al alumnado. El colectivo defiende la necesidad de avanzar hacia el autoabastecimiento, extender el conocimiento sobre el uso del suelo y el agua, y reducir o eliminar el uso de fertilizantes
Cualquier persona que tenga en su casa un terreno de 10 por 10 metros podría autoabastecerse completamente de alimentos agrícolas. La agricultura ecológica está al alcance de cualquiera, y así lo quiere hacer entender la Asociación de Productores Agroecológicos Ecogavia, que se encuentra desarrollando un interesante proyecto en los centros educativos, ayudando a profesores y alumnos a montar su propio huerto. Es un recurso formativo y educativo que puede ayudar a extender en la sociedad majorera la utilidad, y también "la necesidad", que tiene la isla de implantar cada vez más este tipo de cultivos.
La agricultura ecológica permite, en opinión de la ingeniera técnica agrícola y miembro de Ecogavia, Lidia Castañeda, "tener desde un pequeño huerto en tu en tu casa, fomentar que los agricultores que entran en el sistema lo hagan a través de la agricultura ecológica, su implantación a través de los centros educativos, o desde los ayuntamientos, ayudar a que la gente que quiera tener una parcela, pueda disponer de un terrenito dónde producir sus propios alimentos".
Gracias al proyecto de Huertos Urbanos, que se lleva a cabo mediante un convenio entre el Cabildo de Fuerteventura y la asociación, Castañeda asesora a los centros en la instalación, el cuidado y el mantenimiento de este tipo de huertos, y ofrece formación al profesorado para introducir a los docentes en el proyecto, obteniendo muy buenos resultados hasta ahora.
Como explica uno de los participantes que ya ha iniciado el proyecto en su centro con el alumnado de FP Básica, Federico González, profesor en el IES Gran Tarajal, "si como docente, te lo quieres currar, puedes buscar recursos motivacionales, y el huerto para eso es una herramienta brutal. Con el proyecto de Ecogavia, cada dos alumnos tienen un bancal y se encargan de montarlo y gestionarlo. Ya los han cosechado, y hacemos un mercadillo en el que venden los productos. Por ejemplo el año pasado, con el dinero del mercadillo, los alumnos se pagaron un curso formativo en poda de palmeras".
Explica González que el perfil de alumnado de la FP Este sería el de un estudiante que "quizá desde primaria, nunca ha superado las fases que se le han requerido, que llega con poca capacidad de trabajo, y que supone para el profesorado un gasto de energía. El huerto es un premio y los alumnos entienden que supone una oportunidad de futuro. En Fuerteventura hay empresas de jardinería que tienen que traer podadores de fuera, o para montar invernaderos. Es una oportunidad de futuro real".
Ecoagricultura para un mundo mejor
Lidia Castañeda entiende que "la agricultura ecológica puede plantearse como una alternativa real de sustitución total de los sistemas de producción y abastecimiento agrícola", que se puede ir implantando poco a poco. Y añade Federico González, "incrementar la cantidad de productos para abastecernos en la propia isla, utilizar métodos en la agricultura cultura que reduzcan el uso de agua, o reducir los costes asociados al tratamiento con productos fitosanitarios, evitando el efecto que pueden tener en las aguas, por ejemplo, son tres cosas en las que yo creo que todo el mundo puede estar de acuerdo".
"No echar sustancias tóxicas a tu comida es una cuestión de sentido común", argumenta Castañeda. "La transición hay que hacerla con cabeza, poco a poco, no es una cosa de un día para otro, pero nos la tenemos que tomar en serio en algún momento. No es fácil, porque vivimos en una isla desértica, pero también tenemos muy buenas tierras".
Sobre la reducción de tratamientos y pesticidas, la ingeniera sostiene que "los productos fitosanitarios entraron en Fuerteventura no hace tanto tiempo". Antes, toda la agricultura era ecológica, "se trataba de supervivencia, y existía el conocimiento porque se había aprendido por ensayo y error. Los productos fitosanitarios introdujeron mejoras, pero ahora se ha visto que también tienen consecuencias, como la esterilización del suelo, es decir, hacen los suelos menos fértiles".
"En la agricultura ecológica, los suelos no se gastan, ese es uno de sus principios", continúa. "Los suelos son cada vez más fértiles cuando se trabajan". Y eso se consigue, por ejemplo, utilizando materia orgánica, o con rotación de cultivos, explica.
Lidia Castañeda defiende que en una isla como Fuerteventura, con todo el ganado caprino que hay, se podría aprovechar perfectamente el estiércol para abonar cultivos. O por ejemplo en las casas, "la materia orgánica nunca es basura. Me parece un disparate que se esté tirando la materia orgánica e importando fertilizantes. ¿Qué tenemos que hacer? Pues aprender a gestionarla, y aprovecharla para hacer compost. Y puede haber maneras de elaborar compost de manera comunitaria. Hay que buscar la manera de que nunca se entierre como basura un resto orgánico".
Asimismo, en cuanto a otro problema que tiene Fuerteventura, como es la escasez de agua, también "los suelos trabajados y ricos en materia orgánica hacen que el agua no se pierda, que no se evapore. Por ejemplo, con la técnica de los acolchados, o con el riego por goteo, que sí está bastante implantado. En la finca en la que yo trabajo habitualmente, nosotros regamos apenas 5 minutos al día. Está demostrado que se puede hacer".
Por último, la miembro de Ecogavia explica la diferencia entre la agricultura ecológica y la agroecología. "La agricultura ecológica se basa en cumplir un reglamento europeo, que tiene como fin último e ineludible que los productos sean más sanos, que los consumidores estén totalmente protegidos. Pero nosotros nos llamamos asociación agroecológica porque hay una diferencia. Por dar alguna pincelada, la agroecología se preocupa bastante más del tema social, de la soberanía alimentaria, para, si podemos decirlo así, vivir en un mundo mejor. Tenemos que ir un poco más allá, y esa es la motivación que tiene esta asociación, que esto se sepa y llegue al mayor número de personas posible".