Montero anuncia que el Gobierno derogará de manera inminente la ley del Aborto de 2015

La pandemia ha agrandando más si cabe la brecha de la desigualdad entre hombres y mujeres. Así lo declaró un informe reciente de Naciones Unidas, a tenor del peso de los cuidados de las personas dependientes y también de los hijos, el teletrabajo y el funcionamiento del hogar en pleno confinamiento que han recaído en mayor medida sobre las mujeres que sobre los varones, informa abc.es. La «sobrecarga» es mayor para ellas, dice la ONU y es un diagnóstico que comparte Irene Montero, ministra de Igualdad, aunque la titular del Ejecutivo va más allá y cree que es el momento de introducir la agenda feminista en todos los planes que se vayan a hacer, situando los fundamentales de su departamento en el «futuro pacto nacional por los cuidados y planes de igualdad salarial» en las empresas. «No hay reconstrucción, ni vida y no hay economía sin los cuidados», ha dicho al respecto del plan de reconstrucción que presentaba hoy mismo Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

La ministra ha aprovechado su intervención este miércoles 7 de octubre en la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados para sumarse a las voces abortistas que marcharon el pasado 28 de septiembre para anunciar que el Gobierno «ya ha comenzado los trabajos» en aras de cambiar la ley de interrupción del embarazo y derogar la reforma de 2015 con el objetivo de «asegurar» que «todas las mujeres tengan el derecho a decidir sobre sus cuerpos». Montero ha avanzado que modificará «la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que incluirá el derecho a las "formas más novedosas" de anticoncepción y la promoción de la educación sexual y reproductiva». La actual normativa fue remozada en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy, es la Ley Orgánica 11/2015, de 21 de septiembre, para reforzar la protección de las menores y mujeres con capacidad modificada judicialmente en la interrupción voluntaria del embarazo, extendía la posibilidad de abortar a las menores de 16 y 17 años con el consentimiento paterno. Montero no ha detallado hacia dónde extendería el derecho del aborto, pero tiene la opinión de que la actual no da la opción «libre» de abortar. La nueva ley incluirá el derecho a las «formas más novedosas» de anticoncepción y la promoción de la educación sexual y reproductiva, ha dicho Montero.

Al mismo tiempo, la ministra de Igualdad ha reinvidicado «el derecho a la interrupción del embarazo en condiciones de seguridad». «Reivindicamos, como tantas voces verdes y moradas que marcharon el 28 de septiembre en todos los rincones del mundo, el derecho de todas las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y reivindicamos una maternidad libremente decidida y sobre todo una vida sexual plena y libre», han sido sus palabras ante los diputados presentes en la Comisión.

En la «agenda feminista» de Montero hay que «vencer al machismo y el heteropatriarcado», y va ligada la concepción de la sociedad que quiera ser más eficiente económicamente con la introducción de directrices feministas en todas las medidas. La ministra ha comparecido esta mañana en la Sala Cánovas para detallar esta «agenda» y sus ejes principales: entre ellos, se encuentra el de conseguir iguales retribuciones entre sexos en el mercado de trabajo.

Montero insta a España a emular lo que recientemente ha hecho Alemania e incorporar (y adaptarse) la directiva europea de Igualdad, por la que las empresas deben pagar el mismo sueldo por realizar el mismo tipo de trabajo, en rango y condiciones. Según Montero, «ahora mismo es más gravoso mover una carretilla que arreglar una decena de habitaciones. ¿Por qué?». La ministra ha evocado los planes de igualdad en las empresas que propició la «valentía» de la ministra anterior, Carmen Calvo, pero ha recalcado que durante la pandemia se ha demostrado que «el teletrabajo no es un elemento de conciliación». El «plus» adicional de conciliación y organización en los hogares se ha cargado sobre las espaldas de las mujeres, ha dicho, al tiempo que ha recalcado que «el reparto desigual de las tareas domésticas se da en los hogares en España, sobre todo entre los formados por parejas heterosexuales».

Por ello, ha avanzado que el Consejo de Ministros aprobará en las próximas semanas dos reglamentos, que caminan en esta dirección: el Gobierno va a sacar adelante y dar forma a dos reales decretos, para regular la igualdad salarial y que obligarán, entre otras medidas, a las empresas a registrar sus planes de igualdad que deben existir en toda compañía de más de 50 trabajadores, dos textos que se han realizado en coordinación con el Ministerio de Trabajo.

Montero ha explicado que el primer reglamento está centrado en regular la igualdad retributiva y acabar con la brecha salarial que, según las cifras actuales, en España se sitúa en el 21,4%. A través de esta iniciativa, los convenios colectivos deberán indicar los motivos de las diferencias salariales y la valoración de los puestos de trabajo. De esta manera, ha indicado la ministra, aflorarán las discriminaciones existentes dentro de las empresas, principalmente en lo que se refiere a la valoración de los empleos. Y es que, tal y como ha indicado, el salario no es «fundamental» en la brecha salarial, sino «los complementos» y la «valoración del puesto». El segundo reglamento que está previsto aprobar en las próximas semanas se centra en el desarrollo de la creación de los planes de igualdad de las empresas y obligará a su registro. Hasta ahora, ha indicado Montero, estos planes «no servían a las empresas como una herramienta efectiva» contra la desigualdad.

Otro eje esencial para promover planes del Ministerio de Igualdad en los próximos meses será introducir en la discusión pública «el debate sobre los usos del tiempo. ¿A qué dedican los españoles y las españolas el tiempo, cómo se reparten el tiempo?», ha esbozado Montero ante los diputados presentes en la Comisión de Igualdad.

Entre otras materias, la ministra ha avanzado que en diciembre el Ejecutivo aprobará la llamada Estrategia LGTBi porque «la ciudadanía española está lejos de poder amar a quien quiere con libertad», ha considerado Montero.