"El Muelle de Corralejo no afecta a las olas del entorno"
Como cargo público majorero, entiende que se trata de una inversión necesaria por estratégica, por el volumen de pasajeros y tráfico marítimo –"Corralejo es el duodécimo puerto de España"-, y reconoce que no se realizan mejoras en este muelle desde la década de los noventa. Voces del sector náutico demandan más información y reuniones, y lamentan que las embarcaciones pasan de largo cuando llegan a Fuerteventura
Gustavo Santana, viceconsejero de Infraestructuras y Transportes del Gobierno de Canarias, aclaró este jueves en Cope Fuerteventura los detalles del proyecto de ampliación del Muelle de Corralejo -infraestructura en trámite con una inversión de 33 millones de euros-, así como sus posibles afecciones. Su comparecencia que se produce ante las protestas de los colectivos ecologista y surfero, quienes diez días atrás llamaron la atención sobre los impactos ambientales del mismo, destacando especialmente que la nueva infraestructura podría destruir tres olas, El Muelle, Punta Elena y la derecha de Lobos.
También intervinieron en el programa La Mañana Ildefonso Chacón, histórico empresario del sector náutico y excursiones marítimas, quién lamentó que no se hayan producido reuniones para explicar el proyecto, al tiempo que Oliver Solanas, coordinador en Canarias de la Asociación de Navegantes de España (Anavr), también ha echado en falta una mayor transparencia, llamando la atención especialmente sobre las carencias que tienen los puertos de Fuerteventura en relación a los servicios del sector deportivo.
"Las olas no se ven afectadas"
Ante las protestas del colectivo surfero, que ha recabado 4.500 firmas contra el proyecto en Change.org, Gustavo Santana respondió que "no estoy aquí como técnico, pero los estudios de dinámica litoral reflejan que la ola de Lobos no se ve afectada. Parecía difícil ya que está a dos kilómetros", y que "Punta Elena, no se ve afectada" igualmente, "he dicho que se estudie con mayor detalle ese punto", indicó, aunque sin llegar a nombrar específicamente la ola de El Muelle, cuyas posibles afecciones tampoco se recogen en el mencionado estudio. Según el proyecto, reiteró Santana, y al ser cuestionado por el catálogo de protección de las olas de Fuerteventura, que recoge esos tres spots, considera que estos "no se ven alteradas las corrientes en esos puntos, aunque sí en la zona más más cercana dónde se realiza la obra, lo cual es lógico, pero sin llegar a incidir en las olas recogidas en el catálogo".
También habían llamado la atención los colectivos ecologistas sobre el hecho de que la nueva infraestructura "supondrá la destrucción de un lugar único donde cría el tiburón más amenazado del Atlántico, el angelote, un ecosistema marino donde todavía es fácil ver calderones grises, delfín mular, así como tortuga boba y verde", ante lo que el viceconsejero argumentó que "siempre que se hace una infraestructura hay afecciones medioambientales", y que para ello están los estudios ambientales del proyecto, así como los plazos de sugerencias, alegaciones y exposición pública, reconociendo que sí se habían presentado aportaciones en ese periodo que finalizó en septiembre, y comprometiéndose a darles respuesta dentro de este debate.
En cuanto a las quejas por la falta de información, Gustavo Santana reconoció que "si los usuarios lo dicen así, es responsabilidad de las administraciones públicas explicar sus proyectos y más uno estratégico como este", centrando su intervención en justificar la importancia de una inversión que considera "estratégica", porque "el muelle de Corralejo tiene un problema de falta de espacio", recordando que "en 1990, fue la última ampliación y que desde entonces este puerto está tal y como lo conocemos ahora".
"En 1993, el puerto tuvo 470.000 usuarios, y entre los años 2017 y 2019, la media fue de 1,3 millones, casi tres veces más. Lo mismo con los vehículos, que se han cuadruplicado en ese mismo periodo". Según Santana, el Puerto de Corralejo es el cuarto de Canarias en tráfico de pasajeros, y el duodécimo de España, por encima de Valencia. Actualmente, son también "unas instalaciones donde más de 25 empresas de actividades náuticas dan trabajo a 150 personas".
También señaló la importancia de dar seguridad al tráfico marino, con espacios dedicados exclusivamente a las líneas regulares, que "desplazan un millón de pasajeros desde Corralejo", y habló del beneficio que supondría para 50.000 vehículos industriales, para el sector pesquero, "que me han dicho que ve bien el proyecto", además de para el sector deportivo náutico y turístico de excursiones. "El puerto tiene una lista de espera 100 embarcaciones, lo que hace recurrir a los fondeos". En este sentido, "con la ampliación de pantalanes en ejecución actualmente, se pasará de 190 atraques a cerca de 400".
Fuerteventura, a la cola en servicios náuticos
Antes que el viceconsejero, participaron en el programa el empresario náutico Ildefonso Chacón, y Oliver Solanas, coordinador en Canarias de la Asociación de Navegantes de España (Anavre), quien sostiene que "en Fuerteventura hay un problema muy grande, porque los navegantes pasan de largo, a diferencia de Lanzarote, donde sí existen importantes marinas deportivas. He recibo muchas llamadas de navegantes que quieren recalar en Fuerteventura, y sencillamente no pueden. Es algo bien sabido, y una lástima que Fuerteventura esté en esta situación".
No sólo se refirió a los servicios necesarios en Corralejo, como atraques en buen estado, vestuarios, o una gasolinera para abastecer los barcos, sino que pide principalmente "una buena gestión de las reservas. Los Puertos Canarios tienen un problema, cuando a partir de las dos de la tarde no está el oficial del puerto, y quien se encuentra es una empresa de seguridad privada. Esto afecta directamente a la seguridad náutica".
Sobre la necesidad o no de la ampliación del muelle, reconoce sentimientos encontrados en su caso particular, en el sentido de que "llegué a Fuerteventura a hacer surf. No lo tengo claro, pero se está hablando de que Muelle de Corralejo puede generar un impacto muy grande en la bahía de Corralejo, y que podría afectar a las playas a través de las corrientes y los residuos. Habría que buscar un equilibrio y conocer bien lo que se va a hacer, porque es muy importante la economía del surf", que "es lo que mueve ahora mismo el norte de la isla. La mayoría de turistas de surf no viene con todo incluido. Fuerteventura se ha posicionado como el Hawai europeo, porque viene a la gente a disfrutar de esas olas, que están dentro del pueblo".
En este sentido, entiende que "hacen falta mejores servicios de atraques para Corralejo, por supuesto, pero que quizá Fuerteventura tenga una mejor opción donde desarrollar marinas deportivas en Puerto del Rosario Gran Tarajal y Morro Jable, que es un punto estratégico muy importante, por ser el de conexión con Gran Canaria". En su opinión personal, sin ser un experto, entiende que las obras "sí podrían afectar a la ola de El Muelle, por el rebote con el espigón. Punta Elena puede ser, y en Isla Lobos sí que tengo más dudas".
Críticas por falta de información y transparencia
El empresario Ildefonso Chacón, histórico del sector náutico en Fuerteventura, lo que ha echado en falta en torno al Muelle de Corralejo es una mayor información por parte del Gobierno de Canarias. Como usuarios, reconoce, "no hacemos lo que deberíamos hacer, que es estudiar el proyecto en profundidad y no quedarnos con una foto que vemos en redes sociales", pero también entiende que "ante un proyecto tan importante, lo bueno sería que nos den la información a través de reuniones", y que fueran "los especialistas quienes nos pueden explicar si contamina o no, si rompe la ola o no...".
En su opinión, "cualquier proyecto tiene un impacto medioambiental. Pero todos. Desde una casa en Lajares a una carretera. Y este tendrá cosas negativas. Pero también positivas para Fuerteventura, porque si no el Gobierno no se gastaría 30 millones de euros".
En algo así, defiende Chacón, "tenemos que implicarnos todos los que vivimos en Fuerteventura, ya sean los surferos, ecologistas, o amantes de las olas, para que si se hace el proyecto sea el mejor posible. Porque no creo que nadie quiera un proyecto que cause daños medioambientales o que estropee Fuerteventura. Yo creo que todos queremos lo mismo. Y yo si tengo que cambiar de opinión, pues lo haré, pero escuchando las posturas de quienes saben. No perdamos más inversiones, que ya hemos perdido muchas".
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