Finalizan con éxito las labores del Plan de Empleo para la Transición Ecológica del Cabildo

Personal trabajando en compostaje.

Las 43 personas desempleadas del Plan de Empleo para la Transición Ecológica (PETE) del Cabildo de Fuerteventura han finalizado esta semana las labores que han desarrollado durante nueve meses para regenerar el medio natural y promover las buenas prácticas ambientales entre la población. Se trata de una iniciativa de la Consejería de Empleo de Fuerteventura, que dirige Lola García, y que ha contado con una inversión de 900.000 euros, financiados por el Cabildo, el Servicio Canario de Empleo (SCE), el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y el Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN).

Para el presidente del cabildo, Sergio Lloret, el impulso de las políticas de empleo es una de máximas de este gobierno, con programas como el PETE cumplimos un doble objetivo, por un lado, favorecemos la inserción laboral y por otro mejoramos nuestro entorno natural, con diferentes acciones que favorecen no solo la imagen sino también con acciones útiles para nuestro medio ambiente.

La consejera de Empleo, Lola García, destaca la excelente labor y el esfuerzo que han realizado estas 43 personas durante su paso por el programa, “contribuyendo a la lucha contra la erosión y los efectos del cambio climático, así como a la sensibilización ciudadana para proteger nuestro entorno. Dado los buenos resultados obtenidos, desde la Consejería de Empleo se está trabajando en futuros planes que acojan este tipo de actuaciones orientadas al cuidado y protección del medio ambiente”.

El Plan de Empleo para la Transición Ecológica (PETE) ha permitido la contratación durante nueve meses de diferentes perfiles como ingenieros medioambientales y en agronomía, técnicos administrativos, albañiles, canteros, peones de obras públicas, biólogo y educadores sociales y ambientales, entre otros

De esta manera, su implicación se ha articulado en diferentes líneas de trabajo, como, por ejemplo, la difusión de las buenas prácticas en el medio natural gracias a los promotores ambientales. Estas personas trabajadoras han colaborado con actividades de educación ambiental y han llevado esta concienciación a los visitantes de los espacios naturales de Fuerteventura. Su implicación ha sido imprescindible también para promover el reciclaje y el uso de vasos reutilizables en grandes eventos como Baile de Taifas, Fuerteventura en Música o Las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de La Peña.

Igualmente, se ha hecho gran esfuerzo por impulsar la presencia de la Consejería de Sostenibilidad en redes sociales, con la creación de un nuevo perfil en Facebook (Medio Ambiente Cabildo de Fuerteventura). Estas tareas han sido fundamentales para dar a conocer el trabajo que se realiza desde el servicio de Medio Ambiente, los espacios naturales que existen en Fuerteventura, normas y buenas prácticas a seguir por sus visitantes, así como una iniciativa para informar sobre las especies animales y vegetales más particulares de la Isla.

Por otro lado, se desarrollaron actuaciones de arreglo de muros y cadenas de piedra en lugares como Vallebrón, Guisguey y Tiscamanita. Dentro de esta línea se desarrollaron, también, acciones de limpieza de residuos y mantenimiento de instalaciones en zonas como Costa Calma, Morro Velosa, Las Peñitas, Ajuy, Saladar de Jandía, Tarajalejo, Los Molinos o el barranco de Madre del Agua. Las actuaciones se han llevado también al barranco de Pozo Negro o Los Ramos (Tuineje) con una intervención integral que ha permitido eliminar escombros, maderas, plásticos y tuberías, entre otros residuos.

Asimismo, las tareas de acondicionamiento se llevaron al Aula de la Naturaleza de Parra Medina, Castillo de Lara (Parque Rural de Betancuria) y Estación Biológica de La Oliva. En esta última instalación se desarrolló, además, un proyecto de recogida de semillas, esquejes, riego y propagación de especies.

Otra de las grandes iniciativas del Plan de Empleo para la Transición Ecológica (PETE) ha sido un proyecto piloto para investigar el potencial uso de algas marinas como compost en agricultura y jardinería. Para ello, se ha recolectado casi una tonelada de algas de la playa de Los Molinos, que ha sido procesada en la Granja Experimental de Pozo Negro. Tras un proceso de desarenado, desalado y secado, las algas se mezclan con restos vegetales, poda y un porcentaje de tierra. Todo ello, en un riguroso procedimiento que da lugar a un compost muy rico que mejora la consistencia del suelo y aumenta la retención del agua.