"La ciencia ha demostrado que el ayuno es muy bueno para perder peso"
David Morales es un joven investigador majorero que se ha hecho un hueco en el mundo de la ciencia del deporte, desarrollando su labor en torno a la Fisiología del Ejercicio y la Nutrición Deportiva en la ULPGC. En su entrevista concedida a Cope Fuerteventura, repasó las últimas investigaciones que han arrojado importantes conclusiones en torno al ayuno para perder peso y para mejorar el entrenamiento en el deporte de alto nivel, o un estudio desarrollado en Canarias con su participación, que ya se usa en todas las universidades del mundo
David Morales Álamo (1983), natural de Puerto del Rosario, aunque con familia originaria y el corazón en El Cotillo, es un destacado investigador y profesor majorero que se ha hecho un hueco en el mundo de la ciencia asociada al deporte. Tras completar la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, continuó a partir de 2008 haciendo la tesis doctoral en esa universidad, con el Grupo de Investigación de Rendimiento Humano, reconocido a nivel internacional. Y después de un contrato postdoctoral durante cinco años es, desde 2019, profesor ayudante doctor en el Departamento de Educación Física de la ULPGC.
Desde la Fisiología del Ejercicio y la Nutrición Deportiva, explica, "lo que hacemos es intentar llenar de contenido los libros que tenemos en las aulas", "desentrañar los mecanismos que regulan las adaptaciones que produce el ejercicio, o los mecanismos que hacen que se produzca la fatiga a la hora de hacer un ejercicio y no otro, porque si conocemos eso, podemos hacer más entrenamientos a la carta", comentó el joven investigador en su entrevista concedida recientemente a Cope Fuerteventura.
Morales ha conseguido importantes éxitos a nivel de investigación y con repercusiones positivas para la sociedad en general, participando en un estudio de su departamento que cuenta con más de veinte mil citas en revistas científicas, y se ha convertido en un paper de referencia en casi todas las facultades de Ciencias del Deporte del mundo.
La reserva funcional, un estudio aplicado al diagnóstico y al entrenamiento
Este artículo, entre otras cosas, "descubre un concepto bastante novedoso que es la reserva funcional", y "lo que intentamos fue desentrañar los mecanismos que produce la fatiga en el test incremental hasta el agotamiento", un test que ya "se utiliza a nivel médico para diagnóstico de problemas cardíacos", y siendo el estudio utilizado para evaluar condición física y el rendimiento de los deportistas.
En el test incremental, esa prueba en la que vemos a los deportistas subidos en una bicicleta estática llenos de cables, "van subiendo la carga cada cierto tiempo de manera constante, pero no se sabía por qué, llega un punto en el que no pueden pedalear más. Se pensaba que el músculo se agotaba". Sin embargo, tras muchos estudios, "se descubrió que en un test posterior, en un segundo sprint, se conseguían mucho más vatios que al final del test incremental". ¿Esto qué significa? "Que en realidad no está ocurriendo una fatiga muscular, y como pudimos medir en ese estudio, todavía había energía en el músculo para pedalear en alta intensidad durante 7 u 8 minutos más".
Por lo tanto, entendieron que "no hay que centrarse tanto en el músculo en los ejercicios de alta intensidad, sino en esta reserva funcional", porque si sabemos eso, "sabremos cómo podemos exprimir a nuestros deportistas para acercarse al nivel profesional". El resumen sería que el agotamiento no es muscular, sino que se están produciendo procesos neurológicos que hacen colapsar al cuerpo, de modo que sería posible trabajar con el cerebro y con el sistema central para mejorar el rendimiento, y con ello las marcas de los deportistas, o "para diseñar entrenamientos o suplementos que puedan inhibir estos efectos que tiene la contracción muscular".
Nutrición y ejercicio inteligente para perder peso
Otro aspecto fundamental de su labor gira en torno a la alimentación en el deporte, lo que también es de interés para la población en general, porque "estudiamos las interacciones entre el ejercicio y la nutrición". La única manera de tener resultados óptimos para perder peso parte de conocer en qué momento alimentarse, con qué alimentos, y en qué cantidades, explica Morales.
La obesidad es esa otra gran pandemia el mundo occidental, y para combatirla, señala el investigador, hay que combinar nutrición y ejercicio. "Haciendo ejercicio sin nutrición no vas a perder peso", y la mejor estrategia sería "comer alimentos de baja densidad calórica", como pueden ser las legumbres, el pescado, verduras…
También explica la importancia para perder peso "del entrenamiento de fuerza", más que la actividad aeróbica, algo que hasta ahora se tenía por sentado. Recomienda "hacer ejercicio de fuerza de alta intensidad varias veces a la semana, para ganar masa muscular. Y esto es incluso importante para evitar el efecto rebote".
En este sentido, David Morales y sus compañeros han llegado a interesantes conclusiones. "Algo que ya sabemos los investigadores", aunque quizá no tanto la población en general, "es que el ayuno es algo muy bueno para la pérdida de peso y para los entrenamientos de resistencia".
Lo explica exponiendo cómo "en un entrenamiento para perder peso, si lo pongo a primera hora de mañana, en que llevo doce horas de ayuno, probablemente voy a conseguir muchísimos mejores resultados, que si por ejemplo lo hago justo después de desayunar, o también si soy capaz de aguantar tres horas después de las sesiones". El ayuno favorece "que la subida de insulina que se produce con la comida no bloquee las adaptaciones que tenga. ¿Qué tipo de adaptaciones? Pues generar más mitocondrias para hacer mi perfil más oxidativo, es decir, que yo dependa más del oxígeno para quemar energía. Y bueno, es la única manera de quemar grasas a través de la oxidación". Por lo tanto, "voy a mejorar mi perfil lipídico y voy a convertirme a la larga en una máquina quema grasa".
Con respecto a niveles de glucemia, "algo que pueda sorprender a los estudiantes universitarios", lo vemos en los laboratorios de Fisiología del Ejercicio". "La gente piensa, yo hago ejercicio, y me va a bajar la el nivel de glucosa que hay en sangre. Pues esto no ocurre, si lo que estás haciendo es un ejercicio alta intensidad. Se conocen perfectamente los mecanismos. En el ejercicio de alta intensidad, el paso de glucosa de la sangre al musculo se bloquea. Y el hígado libera más glucosa a la sangre, con lo que la glucemia sube".
Al respecto explica Morales que "tenemos un estudio del que se hizo eco el New York Times, en el que se consiguen pérdida de peso de 4 kilogramos de grasa, principalmente abdominal, en solo cuatro días. Con un déficit calórico de 5.000 kilocalorías, en el que solo se ingirieron 300 kilocalorías diarias, y se caminó durante ocho horas".
El método consigue "una enorme pérdida de peso, y encima localizado donde importa, porque la grasa intraabdominal tiene mucho que ver con el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, diabetes tipo 2, y enfermedades relacionadas como puede ser el cáncer de colon. Después de un año de esta intervención que duró cuatro días, estas personas no recuperaron peso, y siguieron siendo normopeso el resto de su vida".
Fue un estudio, continúa, "en que intentamos el think different", pero "hay que hacerlo bien, y en este caso fue con la vigilancia de una nutricionista y con los pacientes aislados. Es muy duro, pero con resultados muy rápidos, y el paciente ve resultados". Además, "ninguno de los doce voluntarios tuvo ningún problema médico".
En otra investigación, un ensayo clínico financiado por el Instituto Carlos III en convenio con el Departamento de Endocrinología del Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria, Morales y sus compañeros trabajaron con 200 voluntarios con problemas de sobrepeso y obesidad, estudiando los efectos de la nutrición y el ejercicio combinados. La idea era "determinar si era interesante caminar muchísimo más de lo que estaban mandando los endocrinos".
Y así fue el resultado. "Generalmente, lo que te mando un endocrino para perder peso es una dieta de 1.200 kilocaloría y caminar una hora al día, es decir, siete horas a la semana". Pues en este estudio, nosotros comparamos un grupo que hacía eso, frente a otro que caminaba 20 horas a la semana, y los resultados fueron espectaculares".
"Todavía estamos intentando desarrollar el artículo, con otros tipos de medidas para poder publicarlo", precisa Morales, pero todo indica según los indicios a que puede ser interesante hacer el ejercicio más extremo para conseguir mejores resultados, y más rápido.
También surgió una conclusión curiosa en este estudio, y es que "desde el propio Departamento de Endocrinología del Negrín nos decían que estaban sorprendidos porque el grupo de control –el que seguía sus indicaciones habituales- perdía más peso que sus pacientes en el hospital. Y eso era gracias al seguimiento y las recomendaciones que hacíamos los graduados. Simplemente sabiendo que tienen un profesional encima, los pacientes consiguen muchísimo".
La conclusión de todo esto es que la labor que se lleva a cabo en las universidades puede tener una repercusión directa en la sociedad, trasladando los resultados de sus investigaciones al mundo del deporte, a la nutrición, o a la sanidad. Aunque también, reconoce, "en España no lo hemos llegado a conseguir del todo".
Pone como ejemplo el modelo de Suecia, después de realizar una estancia de formación en el Sweedish Winter Research Center, el centro olímpico de investigación deportiva en Suecia. Allí, "te encuentras almorzando en la misma mesa con campeones olímpicos de esquí de fondo y con sus nutricionistas, o hablando en el office con uno de los mejores investigadores en biomecánica de esa disciplina del mundo". Cada vez, "los entrenadores profesionales se están acercando mucho más a la ciencia sobre todo para para intentar optimizar sus resultados". Aunque también, entiende David Morales que "al modelo español todavía le queda un camino por recorrer".
Dopaje y deporte profesional: "El deporte de alto rendimiento no es sano"
En su entrevista en Cope Fuerteventura, David Morales repasó otros asuntos de interés y que están de actualidad, como el dopaje en el mundo profesional, reconociendo que "todos los deportistas toman suplementos", pero sabiendo diferenciar que "hay ciertos límites que no se deben superar. Ocurre con la testosterona, "que muchos deportistas la toman, y se sabe que es muy perjudicial para la salud". Sin embargo hay una línea difusa, por ejemplo, con la cafeína, que por sus efectos se podría considerar dopaje, "pero que se ha aceptado porque tiene un componente social", porque todo el mundo toma café.
También se debatió sobre las repercusiones positivas, o negativas, que puede tener el deporte profesional y de alto rendimiento para la salud a medio y largo plazo, siendo Morales Álamo muy claro en este aspecto: "El deporte de alto rendimiento no es sano, porque se llega a unos extremos que ponen en compromiso la propia salud del deportista. Pero existe, es así, y el deporte profesional da de comer a mucha gente". Por eso, reflexiona, "lo más honesto es dejárselo claro al deportista, desde el primer momento, y saber que tienen trabajar aparte por su salud".
Entrevista completa en el siguiente enlace: