NC exige restablecer la confianza en las relaciones hispano-marroquíes

Pedro Quevedo, portavoz de NC en la Cámara Baja.

El diputado de Nueva Canarias (NC) en el Congreso Pedro Quevedo exigió el restablecimiento de la confianza necesaria en las relaciones hispano-marroquíes para abordar los asuntos pendientes entre ambos estados que afectan a Canarias. El portavoz de NC en la Cámara Baja exigió respeto a la legalidad internacional, absoluta certeza de que no se usan instrumentos ilegítimos en contra del otro Estado, transparencia y despejar cualquier duda sobre los afanes territoriales alauitas sobre el Archipiélago.

Este planteamiento fue expuesto por Pedro Quevedo ante la próxima celebración plenaria de la interpelación urgente pedida al Gobierno de Pedro Sánchez sobre la exigencia de la delimitación de las aguas canarias tras la reactivación de las prospecciones petrolíferas en territorio marroquí, frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, Así como la reciente claudicación al chantaje del reino alauita por parte de Sánchez, expresada con el apoyo al plan autonomista alauita para el Sáhara Occidental en contra de las resoluciones de las Naciones Unidas a favor del referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui. Todo ello envuelto ahora por el caso del espionaje al jefe del Ejecutivo estatal y a varios ministros de su gabinete con el sistema Pegasus, además de otros políticos.

El diputado de NC proclamó que, en las relaciones de España y Marruecos, “lo primero” es restablecer las condiciones de confianza “necesarias” para avanzar en cualquier tipo de acuerdo sobre los asuntos pendientes entre ambos estados y que vinculan a Canarias.

El portavoz de los canaristas progresistas afirmó que las cuestiones comunes deben estar presididas por la transparencia, la garantía de que no se emplean instrumentos ilegítimos en contra del otro Estado, el respeto a la legalidad internacional y “despejadas” las dudas sobre los afanes territoriales del reino alauita sobre el Archipiélago.

Quevedo señaló dos cuestiones con Marruecos relacionadas con los espacios marítimos y una tercera, más general, relativa a los flujos migratorios. Con respecto al espacio marítimo, mantuvo la necesidad de delimitar ya el espacio canario y alauita. Una decisión siempre postergada, en opinión del portavoz nacionalista, por el desinterés de ambos estados, vinculada con los afanes territoriales del reino africano. Observó que reconocer la mediana implica la aceptación de que las aguas son de otro Estado y de Canarias, “también”.

Con la reactivación de las prospecciones petrolíferas en aguas de Rabat, Nueva Canarias demanda la fijación de la mediana. Un asunto de “extraordinaria preocupación”. Indicó Quevedo que la legislación española prohíbe estas actividades y que “lo idóneo” pasa por plantear formas alternativas de producción energética entre los dos países. Aunque se hagan en el reino de Mohamed VI, el congresista de NC advirtió que, de producirse un accidente, el perjuicio es para Canarias.

El segundo asunto en esta materia, añadió, se define por la “insistencia” marroquí en utilizar las costas y el mar del Sáhara Occidental que, como volvió a denunciar, “no son propias, vulnerando el derecho internacional”.

El primero de los temas se resuelve, según Quevedo, con un acuerdo entre estados. La segunda, continuó, “dejando claro” en el plano internacional, y con la implicación activa del Estado español, que Marruecos “no representa” los intereses del Sáhara Occidental y que “no tiene autoridad” sobre esas costas. Reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y volver a las resoluciones de las Naciones Unidas, insistió el congresista.

La apropiación unilateral de un territorio, de unas aguas que no pertenecen a Rabat y que además afecta a los intereses de Canarias es una “agresión”, acusó el diputado de NC. Pero el derecho internacional del mar no funciona de esa manera, como avisó. “Tiene que haber un acuerdo entre estados” y, en caso contrario, “no prospera”.

Con respecto al tercer asunto, de carácter general, relativo a los movimientos migratorios; aseguró que es una política común que forma parte de los acuerdos de la Unión Europea con España. Se mostró categórico al asegurar que el cumplimiento de las obligaciones alauitas “ya estaban” en vigor con anterioridad. “Ahora se trata de reforzar” las mismas, planteó.

Para trabajar en la posibilidad de llegar a acuerdos, Pedro Quevedo dijo que Nueva Canarias considera “imprescindible” la participación del Archipiélago en las negociaciones en materia migratoria y para la delimitación de las aguas. También apoya que el Estado establezca misiones conjuntas de control de fronteras, como existen en Mauritania y Senegal, dirigidas además a evitar que el Atlántico se convierta, “más de lo que ya es, en un auténtico” cementerio.